José Antonio Marina es un
filósofo y pensador, con muchas horas dedicadas a la investigación, plasmadas en numerosos y exitosos libros. Casi todos con alguna conexión al mundo de la educación, por el que muestra una preocupación
preferente.
Estuve
con él con motivo del acto de clausura de una Escuela de Padres que organicé
para 30 centros educativos de Granada. En ese momento sus apariciones en programas televisivos de
cadenas nacionales eran constantes. Tengo que decir que llenó un recinto con
más de 700 plazas y que los asistentes eran, en su mayoría, miembros de AMPAS, directores, jefes de
estudios, orientadores y profesores de la enseñanza pública y privada. La frase
que podría resumir su conferencia es bien conocida: “Para educar hace falta
toda la tribu”
Pues
bien, hace poco concedía una rueda de prensa a varios periódicos con ocasión de
la presentación de su último libro. En el
transcurso de la misma hace unas declaraciones muy interesantes para todo el
que tenga que educar. En esta entrada trato de sintetizarlas para hacerlas más
asequibles y, al final, pongo el enlace para quien quiera leerla en su
integridad. Ahí va el resumen:
- Hay que distinguir el talento de la inteligencia. El talento está relacionado con el buen uso, el uso brillante de la inteligencia. COMENTARIO PERSONAL: son muchos los autores que defienden la idea de que todas las potencialidades de un niño no salen a flote si no se ejercitan. Dicho de otra forma, la inteligencia no es una cualidad fija sino vinculada a su ejercicio o a su inactividad.
- En la actual sociedad del conocimiento la riqueza de las naciones está vinculada a su capacidad de producir talento.
- La inteligencia es la capacidad de pensar, el talento es la capacidad de pensar y actuar.
- El talento tiene que ver con la toma de decisiones y la generación de proyectos. Incluye aspectos como tener buena información, gestionar bien las emociones y tener desarrolladas las virtudes de la acción: perseverancia, valentía, tenacidad, resiliencia , etc.
- El talento se genera después de la educación. Sin educación no hay talento. Una de las funciones de la escuela es contribuir a que se produzca un talento que de otra manera no va a aparecer. COMENTARIO PERSONAL: el resto del entorno del niño también contribuye a ese talento: familia, barrio, amigos, medios de comunicación…, etc.
- Para desarrollar el talento hay que incidir en dos aspectos fundamentales: la memoria y enseñar al niño a diseñar su propio cerebro.
- Todo lo hacemos desde la memoria y son muchos los hábitos que se adquieren con ella.
- Enseñamos a diseñar el cerebro mediante protocolos que ayuden al niño a organizar su memoria y sienta que aprende y progresa.
- Una destreza básica es fijar la atención y los padres deben contribuir a que esto ocurra desde que el niño tiene tres años.
- Las rutinas dan seguridad a los niños, pero para fijarlas hay que establecer límites. Si no es así los niños se sentirán muy perdidos.
- Enseñar por proyectos ayuda al niño a sentirse capaz de hacer las cosas, a encontrar sentido a lo que hace y a motivarse cuando siente que está cerca la consecución del objetivo.
- El poder del grupo en la adolescencia es grande, por eso en el último curso de primaria hay que primar la capacidad de independizarse de él.
José Antonio de la Hoz
Fuentes: http://goo.gl/15VcBc
No hay comentarios:
Publicar un comentario