jueves, 21 de marzo de 2013

Presidente de Coca - Cola: Lo que de verdad importa

Hay un amigo de Facebook al que le suelo leer casi todo lo que pone. Es profesor de la Facultad de Periodismo de la Universidad de Málaga y se llama Alfonso Méndiz. Hoy me encuentro en su muro con el mensaje que pronunció el Presidente de Coca - Cola, Bryan Dyson, al dejar el cargo en 1994. Este mensaje dió la vuelta al mundo y sigue corriendo, como se ve, por la red.
A mi me sirve para darme cuenta de lo que realmente trasciende de nuestras vídas, que no es precisamente la superficialidad en la que podemos vernos inmersos a poco que nos despistemos.

MENSAJE DEL PRESIDENTE DE COCA COLA ANTES DE DESPEDIRSE DEL CARGO
“Imagina la vida como un malabarismo en el que estás jugando con cinco pelotas en el aire: Tu Trabajo, – Tu Familia, – Tu Salud, -Tus Amigos, y – Tu Vida Espiritual. Y tú las mantienes todas éstas en el  aire.
Pronto te darás cuenta que el Trabajo es como una pelota de goma. Si la dejas caer, rebotará y regresará. Pero las otras cuatro pelotas: Familia, Salud, Amigos y Espíritu son frágiles, como de cristal. Si dejas caer una de estas, irrevocablemente saldrá astillada, marcada, mellada, dañada e incluso rota. Nunca volverá a ser lo mismo.
Debes entender esto: apreciar y esforzarte por conseguir y cuidar lo más valioso. Trabaja eficientemente en el horario regular de oficina y deja el trabajo a tiempo. Dale el tiempo requerido a tu familia y a tus amigos. Haz ejercicio, come y descansa adecuadamente. Y sobre todo…crece en vida interior, en lo espiritual, que es lo más trascendental, porque es eterno. Shakespeare decía: Siempre me siento feliz, ¿sabes por qué?. Porque no espero nada de nadie, esperar siempre duele. Los problemas no son eternos, siempre tienen solución. Lo único que no se resuelve es la muerte. La vida es corta, ¡por eso ámala !.
 
Vive intensamente y recuerda: antes de hablar …¡Escucha!  Antes de escribir…¡Piensa!  Antes de criticar… ¡Examina!  Antes de herir…¡Siente! Antes de orar… ¡perdona! Antes de gastar... ¡Gana! Antes de rendirte… ¡Intenta!
ANTES DE MORIR ….¡VIVE!”
 Finalmente, en un discurso a graduados de la universidad, pronunció las siguientes frases...

  • No socaves tu valor al compararte con los demás. Somos especiales porque somos diferentes los unos de los otros.
  • No establezcas tus metas en base a lo que otros piensan que es importante. Sólo tú sabes qué es mejor para ti.
  • No descuides lo que más quieres. Aférrate a ello como si fuera tu vida, ya que sin ello, la vida no vale nada.
  • No dejes que tu vida se escape de tus manos viviendo en el pasado o en el futuro. Al vivir tu vida un día a la vez, vives todos los días de tu vida.
  • No te rindas cuando todavía tienes mucho que dar. En realidad nada termina hasta que dejas de intentarlo.
  • No le tengas miedo a admitir que no eres perfecto. La fragilidad es lo que nos une.
  • No tengas miedo a los riesgos. Arriesgándonos es como aprendemos a formar nuestro camino.
  • No alejes el amor de tu vida con el pretexto de que no tienes tiempo. La mejor forma de recibir amor, es dándolo; la manera más rápida de perder el amor es asfixiándolo; y la mejor manera de conservarlo ¡es dándole alas!
  • No vayas por la vida tan rápido que te olvides no sólo de dónde vienes, sino también de a dónde te diriges.
  • No olvides que la necesidad más fuerte de una persona es sentirse apreciada.
  • No tengas miedo a aprender. El conocimiento no pesa, es un tesoro que siempre puedes llevar contigo.
  • No uses el tiempo ni las palabras a la ligera. Ninguno de los dos puede recuperarse. La vida no es una carrera, sino un viaje que debe disfrutarse a cada paso…

miércoles, 20 de marzo de 2013

Las escuelas matan la creatividad

Ken Robinson es un experto internacional en el desarrollo de la creatividad, la innovación y los recursos humanos aplicados al mundo de los negocios. Sir Robinson es asesor principal del Presidente del J. Paul Getty Trust en Los Ángeles.   Cuenta con numerosas menciones honoríficas: en 2003 fue nombrado caballero por la Reina de Inglaterra por sus servicios al Arte.
 
Defiende que “La estructura de la educación está cambiando bajo nuestros pies, estamos en un proceso de inflación académica. De repente, los títulos no valen nada". Cada persona tiene un talento determinado y la escuela debe descubrirlo y ayudar a cultivarlo. El actual sistema educativo pretende "crear" trabajadores de acuerdo con una jerarquía preestablecida; surgió con la revolución industrial, pero ahora estamnos en otra época.
 
Todo lo anterior justifica una más que merecida atención a la siguiente entrevista, publicada por La Vanguardía el 23 de diciembre de 2010.
 
 
 
La mayoría de la gente no disfruta de su trabajo...


... Si es que tiene la suerte de tener uno.
O la desgracia de conformarse con cualquiera. Afortunadamente, también
conozco gente que goza con lo que hace.

¿Cómo lo lograron?
Todos tienen en común que encontraron su elemento: ese lugar del que le hablaba donde coinciden tus habilidades con tus aficiones; lo que sabes hacer con lo que te gusta.

No todos nacen talentudos...
Es que todos tenemos talento si sabemos descubrirlo. Algunos con suerte lo descubren ya de niños con facilidad y el apoyo de su entorno y otros deben esforzarse para hallarlo: a veces contra su familia y amigos.

Y hay profesiones que son pura rutina.
No hay tareas rutinarias; sólo hay modos rutinarios de hacer una tarea. Piense en cocinar, por ejemplo: puede ser un obligado aburrimiento o una creación excelsa.

Si todos tuviéramos un talento diverso, la inteligencia no se podría medir.
Es que no se puede medir: los test fueron un invento supremacista. En realidad, el talento es tan personal como la huella dactilar y hay tantos modos de ser inteligente como personas. No se trata de cuán inteligente eres, sino de qué modo eres inteligente.

Al final, el talento no paga las facturas.
Si haces algo a disgusto, acabas haciéndolo tan mal que al final no podrás ni pagar las facturas. Y eso pasa en la economía global: las tareas que se hacen de forma rutinaria acaban yéndose al país donde las hacen por menos. Sólo quien innova retiene el valor.

¿Tan mal ve usted la educación?
Ya le he dicho que la educación se ha reformado, pero no se ha transformado. Y no pido que se exija menos en el cole, sino más al cole: debemos concentrarnos en localizar y potenciar ese talento único de cada uno. Nuestra escuela aún genera uniformización, pasividad y conformismo.

Es que también hay cada alumno...
Pero todos tienen un potencial, porque ser creativo no es un don que tienen algunos elegidos; es lo que nos hace humanos. Si eres persona, eres creativo. Y se aprende a ser más creativo como se aprende a leer. Es una facultad innata que todos desarrollamos.

¿Cómo se desarrolla la creatividad?
¿Cuántos sentidos hay?

Oído, vista, olfato, tacto, gusto...
Y el sentido del equilibrio; el cinestésico o propiocepción (la percepción de uno mismo y su relación con el espacio)... Y está además el termoceptivo... Pero ¿sabe por qué usted ha pensado sólo en los cinco sentidos?

¿...?
Por comodidad, que es la enemiga de la creatividad. Cuando algo nos parece evidente, no hacemos ningún esfuerzo por entenderlo. Así que usted me ha repetido los cinco sentidos y así se ha perdido la posibilidad de repensarlos y descubrir otros.

¿Y si no descubro mi supuesto talento?
Para empezar, no se ponga límites, y menos en el tiempo. La creatividad, como la vida, no es lineal. Puedes ser un niño creativamente viejo o un nonagenario creativamente joven. Y cada día el cerebro es diferente.

Sí, pero ¡qué hago para descubrirlo?
Lo estoy investigando ahora mismo. Se trata de hacer dos viajes: uno hacia el interior de ti mismo y otro hacia el exterior para proyectar tu talento. Y no son trayectos siempre consecutivos: pueden ser simultáneos.

Deme más pistas.
Conózcase. Y si usted quiere conocer a alguien: ¿qué hace? Pasar tiempo a solas con él: pase más tiempo conociéndose.

¿Y cuando me conozca?
Llegará un momento en que disfrutará de su propia compañía. Entonces encontrará y podrá sacar partido a su propia tribu creativa.

¿Quién es mi tribu creativa?
Las personas con quienes puedes ser tú mismo: generaciones literarias; equipos de investigadores; bandas rockeras o colegas con quienes inventas cosas: son quienes se aceptan y reconocen mutuamente el talento y lo hacen crecer juntos.

¿Puede ser sólo un amigo?
Fue mi caso: un profesor vio talento en un chaval poliomelítico de barrio y apostó por él. Tu mentor y tu tribu son quienes saben ver en tus fallos la semilla de tus éxitos.

¿Cómo me ejercito?
La creatividad es inteligencia aplicada a una tarea concreta y compartida con complicidad: genio solitario es un oxímoron.

¿Y el esfuerzo, el sudor, las lágrimas...?
Esfuerzo, claro, el mismo que hace un niño para ganar una carrera en el cole: sufre, pero también se divierte. La diversión incluye el sudor, pero nadie arriesga, innova ni experimenta si no disfruta haciéndolo.

Pues deme algunos truquillos...
Invente nuevos juegos con los juguetes de siempre; juegue a médicos con plumas de indio; replantee lo obvio hasta que deje de serlo... No acepte nada de antemano ni dé nada por sentado. Y compártalo todo.

¿Y si me roban las ideas los colegas?
Regale sus ideas y verá cómo por ensalmo aparecen otras mejores aprovechando el espacio que dejaron las que regaló.

¿Y si se ríen de mis ideas?
¡Ríase con ellos! Crear no es algo que te pasa, sino lo que haces cuando te pasa algo.

¿Cómo sé que he llegado?
Porque ser creativo no quita energía: la da. Las horas parecen minutos; las ideas fluyen y tú con ellas. Estás fuera del mundo y al mismo tiempo dentro de él.

El principito y el nativo digital

martes, 19 de marzo de 2013

Cinco tipos de padres

Resumen del artículo publicado por el ABC de Sevilla el 19 de marzo de 2013,   con el título "Los cinco tipos de papas"
 
"...La psicóloga Gema Theus establece estos perfiles de los padres de hoy, tras ocho años como directora de una escuela infantil:
 
Ausentes: Separados o divorciados que rehacen sus vidas con nuevas parejas o nuevas ocupaciones. Apenas están presentes en la vida del niño, solo en los momentos de la visita. Ni padres ni niños disfrutan de la relación. Los niños pueden reaccionar ante el padre con miedo o extrañeza. La madre asume los dos papeles al cien por cien.
 
Muy ocupados: Más del 50% de los padres actuales, que quieren mucho a sus hijos a los que apenas ven por motivos laborales. Los padres están orgullosos de sus hijos pero delegan en la madre todo el cuidado. Los niños desean ver a su padre porque significa juego y diversión. Pero, a veces, papá es ese personaje distante que siempre está cansado y con el que hay que portarse bien.
 
Comprometidos: Todo su tiempo libre es para sus hijos, pero tienen poco tiempo y delegan en la madre. El padre es una figura secundaria con una buena relación con los hijos, porque sigue siendo la madre el refugio y la seguridad cuando algo ocurre.
 
Al 50%: Padres con un horario laboral que les permite compartir las tareas conlas madres. El niño se siente seguro con ellos. Los padres llevan al cole a sus hijos, se quedan con ellos por las tardes... El niño asume a ambos progenitores por igual.
 
A tiempo completo: La prioridad es su hijo. Dejan su trabajo o piden excedencias para cuidarle como una madre. Quieren ver crecer a los niños y disfrutar de ellos. Son padres que a veces su inseguridad y miedo a equivocarles les hace más perfeccionistas. Los niños se siente seguros con papá.

11 reglas que tu hijo no aprenderá en el cole

Duro y realista artículo recogido en http://www.thefamilywatch.org/cos/cos-1214-es.php que marca, más que nunca, la hoja de ruta de nuestros hijos, alumnos...al menos en la próxima generación: los bienes materiales tienen un precio, los logros requieren mucho esfuerzo, se nos comprende y acepta en el seno de la familia; fuera de ella nos aguantan menos.... Para hacer más asequible la lectura, solo recojo una parte del artículo.

"...Así se formaron al menos dos generaciones de europeos. En escuelas que en vez de formarlos para el esfuerzo y la responsabilidad los han formado para reclamar derechos e inculcado la fatal creencia de que el Estado benefactor se haría cargo de todo”, ha escrito Mauricio Rojas.

Por todo ello, hoy se hace más  necesario que nunca recordar las “Once reglas que tus hijos no aprenderán en el cole”, escritas por Charles Sykes pero que muchos atribuyen erróneamente a Bill Gates:

1. La vida no es justa. Acostúmbrate a ello.

2. Al mundo no le importa tu autoestima. El mundo esperará que logres algo, con independencia de que te sientas bien contigo mismo o no.

3. No ganarás 5.000 dólares al mes nada más salir del instituto, y no serás vicepresidente de compañía alguna, con coche a cargo de la empresa, hasta que hayas estudiado y trabajado mucho.

4. Si piensas que tu profesor es duro, verás cuando tengas jefe: éste sí que no tendrá vocación por la enseñanza ni grandes dosis de paciencia.

5. Dedicarse a preparar hamburguesas no te quita dignidad. Tus abuelos tenían una palabra diferente para describirlo: lo llamaban oportunidad.

6. Si metes la pata, no es culpa de tus padres, así que no lloriquees por tus errores; aprende de ellos.

7. Antes de que nacieras, tus padres no eran tan aburridos como ahora. Empezaron a serlo cuando empezaron a pagar tus cuentas, lavar tu ropa y escucharte hablar acerca de lo superguay que eres y lo carcas que son ellos. Así que, antes de emprender tu lucha por las selvas vírgenes contaminadas por la generación de tus padres, pon orden en tu propia vida, empezando por tu cuarto.

8. En la escuela puede haberse abolido la diferencia entre ganadores y perdedores, pero en la vida real no. En algunas escuelas ya no se repite y te dan las oportunidades que necesites para encontrar la respuesta correcta en un examen y sacar adelante la tarea. La diferencia con la vida real es total.

9. La vida no se divide en evaluaciones. No disfrutarás de largas vacaciones estivales en lugares remotos, y muy pocos jefes colaborarán a que te encuentres a ti mismo. Todo eso tendrás que hacerlo en tu tiempo libre.

10. La televisión no es la vida. En la vida cotidiana, la gente tiene que salir del café para ponerse a trabajar.


11. Sé amable con los nerds (empollones): es muy probable que termines trabajando para uno de ellos.

lunes, 18 de marzo de 2013

Dwek (U. Stanford): "elogia el esfuerzo, no las cualidades"



Echando un vistazo en Twitter encuentro una referencia al libro "Actitud del éxito" de Carol Dwek, profesora de Psicología Social en la Universidad de Stanford. Recoge conclusiones de varios estudios realizados, uno de ellos con estudiantes. Me fijo en una idea con la que me he sentido siempre identificado, "hay que elogiar el esfuerzo de los hijos, alumnos, empleados..., no las cualidades"; con esta actitud se favorece el crecimiento y desarrollo personal. Ahí va una parte del resumen de su libro.
PADRES, MAESTROS Y ENTRENADORES:
¿DÓNDE SE ORIGINAN LAS MENTALIDADES?
Podemos elogiarlos todo lo que queramos por su proceso de crecimiento: lo que han conseguido a través de la práctica, el estudio, la insistencia y las buenas estrategias. Y podemos preguntarles sobre su trabajo de manera que quede subrayado que lo que admiramos y valoramos son sus esfuerzos y sus decisiones.
“Los elogios deberían referirse, no a los atributos de la
personalidad del niño, sino a sus esfuerzos y a sus logros.”
Mensajes relacionados con el fracaso
 En el primer concurso, el de ejercicios sobre el suelo, Elizabeth salía primera. A pesar de que realizó una buena actuación, las siguientes niñas sacaron mejores puntuaciones y acabó perdiendo. Elizabeth actuó bien en las demás disciplinas, pero no lo suficiente como para ganar. Al final de la velada, se había quedado sin cinta de premio y estaba destrozada.
 ¿Qué haría usted de encontrarse en el lugar de los padres de Elizabeth?
 1. Decirle a Elizabeth que a juicio de usted era la que mejor lo había hecho.
 2. Decirle que le habían robado una cinta que era suya por pleno derecho.
 3. Tranquilizarla diciéndole que la gimnasia no es tan importante.
 4. Decirle que tiene las aptitudes y que seguro que ganará la próxima vez.
 5. Decirle que no se merecía ganar.
 En nuestra sociedad existe la fuerte convicción de que para mejorar la autoestima de los niños, lo que principalmente hay que hacer es: Protegerlos del fracaso. Y aunque es posible que esto sea una solución momentánea para el problema inmediato que representa el desengaño del niño, puede resultar perjudicial a largo plazo. ¿Por qué?
Estudiemos con detalle las cinco posibles reacciones desde el punto de vista de las mentalidades (y escuchemos los mensajes):
La primera (a que a juicio de usted era la mejor), es en realidad poco sincera. La niña no era la mejor…, usted lo sabe, y ella también. Con ello no le proporciona a la niña ninguna receta para recuperarse o para mejorar.
 La segunda (que ha sido un robo) pasa la culpa de lo sucedido a los demás, cuando en realidad el problema residía básicamente en el rendimiento de la niña, no en los jueces- ¿Quiere que crezca culpando a los demás de sus propias deficiencias?
La tercera (tranquilizarla diciéndole que la gimnasia no es tan importante ) le enseña a la niña a devaluar las cosas si no las consigue a la primera. ¿Es realmente ése el mensaje que desea transmitir?
La cuarta (que tiene aptitudes ) es tal vez el mensaje más peligroso de todos. ¿Significa que las aptitudes la llevarán automáticamente a donde quiera llegar? Si Elizabeth no ganó esta competición, ¿por qué debería ganar la siguiente?
La última opción (decirle que no se merecía ganar ) parece muy dura dadas las circunstancias. Y, naturalmente, uno no lo diría exactamente así. Pero es en el fondo el mensaje que le transmitió su padre, una persona con mentalidad de crecimiento.
 Esto es lo que exactamente le dijo: “Elizabeth, sé cómo te sientes. Me imagino que es un desengaño tener tantas esperanzas y hacerlo lo mejor que puedes pero no ganar. Sin embargo, ¿sabes una cosa? Aún no mereces ganar. Hay muchas niñas que llevan en la gimnasia más tiempo que tú y que además han trabajado mucho más que tú. Si lo deseas de verdad, tendrás que trabajar mucho para conseguirlo.
También le dijo a Elizabeth que si quería hacer gimnasia simplemente para divertirse, a él le parecía bien. Pero que si lo quería era destacar en el mundo de la competición, necesitaba esforzarse más.
En resumen, su padre no sólo le dijo la verdad, sino que además le enseñó a aprender de sus fracasos y a hacer lo necesario para alcanzar el éxito en el futuro. Aunque sintió gran compasión por ella al verla tan defraudada, no le dio unos ánimos poco sinceros que sólo la llevarían a más desengaños en el futuro.
Haga crecer su mentalidad
 Cualquier palabra o acción de un padre hacia su hijo transmite un mensaje. A partir de mañana, escuche lo que dice a sus hijos y analice qué clase de mensajes transmite. ¿Se trata de mensajes del tipo: “Posees unos rasgos de carácter fijos y yo estoy juzgándolos”? ¿O son mensajes que dicen: “Eres una persona que se está formando y tu desarrollo me interesa”?
 • ¿Cómo utiliza usted los elogios? Recuerde que elogiar la inteligencia o el talento de los niños, por tentador que resulte, transmite un mensaje de mentalidad fija. Hace más frágil su confianza y su motivación. Intente centrarse en los métodos que los niños hayan utilizado durante el proceso: sus estrategias, su esfuerzo o sus decisiones. Practique el elogio al proceso en el trato con sus hijos.
• Obsérvese y escúchese con atención cuando su hijo haga alguna cosa mal. Recuerde que la crítica constructiva es una opinión que ayuda al niño a comprender cómo puede solucionar las cosas. No es una opinión que etiquete o excuse al niño. Al acabar el día, anote las críticas constructivas (y los elogios al proceso) que haya dirigido a sus hijos.
• Los padres suelen establecer objetivos para sus hijos. Recuerde que tener un talento innato no es un objetivo, y que sí lo es ampliar las aptitudes y los conocimientos. Preste atención a los objetivos que fije para sus hijos.
 • Si es usted maestro, recuerde que bajar los estándares no aumenta la autoestima de los alumnos. Tampoco la aumenta elevar los estándares sin proporcionar a los alumnos medios para alcanzarlos. La mentalidad de crecimiento le ofrece una manera de establecer estándares elevados y conseguir que los alumnos los alcancen. Intente presentar los temas dentro de una perspectiva de crecimiento y proporcione a los alumnos comentarios sobre sus procesos. Creo que le gustará lo que sucede después.
 • ¿Considera que sus alumnos rezagados son niños que nunca serán capaces de aprender adecuadamente? ¿Se consideran ellos unos tontos irremediables? Intente averiguar qué es lo que no comprenden y qué tácticas de aprendizaje les faltan. Recuerde que los grandes maestros creen en el crecimiento del talento y del intelecto y se sienten fascinados por el proceso de aprendizaje.
• ¿Es usted un entrenador con mentalidad fija? ¿Piensa por encima de todo en sus récords y su reputación? ¿Se muestra intolerante ante los errores? ¿Intenta motivar a sus jugadores a través de sus juicios de valor? Tal vez haciendo todo esto esté reprimiendo a sus deportistas. Trate de adoptar una mentalidad de crecimiento. En lugar de exigir partidos exentos de errores, exija pleno compromiso y pleno esfuerzo. En lugar de juzgar a los jugadores, ofrézcales el respeto y el entrenamiento que necesitan.
• Como padres, maestros y entrenadores, nuestra misión es desarrollar el potencial de las personas. Utilicemos para conseguirlo las lecciones que nos ofrece la mentalidad de crecimiento.
CAMBIO DE MENTALIDAD: UN TALLER
 Seamos conscientes o no de ello, todas las personas mantenemos una cuenta de las cosas que nos suceden, lo que significan y lo que deberíamos hacer. Es decir, nuestra mente controla e interpreta constantemente. Y así es como seguimos adelante por nuestro camino. Pero a veces el proceso de interpretación se tuerce. Hay quien interpreta de forma extremada las cosas que le suceden y, como consecuencia, reacciona con sentimientos exagerados de ansiedad, depresión o enfado. O superioridad.
 Las mentalidades enmarcan esa cuenta que trabaja en la cabeza de las personas. Guían todo el proceso de interpretación. La mentalidad fija crea un monólogo interno centrado en los juicios de valor: “Esto significa que soy un perdedor.” “Esto significa que soy mejor persona que ellos.” Esto significa que soy un mal marido.” “Esto significa que mi pareja es egoísta.”
 Los individuos con mentalidad de crecimiento también controlan constantemente lo que sucede, pero su monólogo interno no se basa en juzgarse a sí mismo y a los demás. Son personas sensibles a la información positiva y negativa, por supuesto, pero utilizan sus implicaciones para aprender y realizar acciones constructivas: ¿Qué puedo aprender de esto? ¿Cómo puedo mejorar?
El simple hecho de conocer la mentalidad de crecimiento puede provocar un gran cambio en la forma de pensar de las personas, sobre sí mismas y sobre su vida.
Muchas personas con mentalidad fija creen que el que necesita cambiar es el mundo, no ellas. Se sienten con derecho a tener algo mejor: un trabajo, una casa o una pareja. El mundo debería reconocer sus cualidades especiales y tratarlos en consecuencia.
 Las personas con mentalidad fija suelen huir de sus problemas. Si su vida tiene fallos, ellas tienen fallos. Es más fácil fingir que todo va bien.
 El cambio puede ser arduo, pero nunca he sabido que nadie dijera que no merecía la pena. Tal vez solamente se deba a que están satisfechos de haber hecho el esfuerzo. Pero las personas que han cambiado le dirán que su vida ha mejorado. Le contarán que ahora tienen cosas que no habrían tenido, y maneras de sentirse que no habrían sentido.

sábado, 16 de marzo de 2013

12+1 consejos a padres con hijos adolescentes


"Guía para los primeros años de la adolescencia" es un buen documento  para padres con hijos de estas edades. Consta de 20 páginas con un lenguaje claro y sencillo. Se puede encontar en este enlace http://www.thefamilywatch.org/ridspf/RIDSPF01.pdf. En su parte final aparece este resumen con consejos útiles para los padres, que también pueden servir a los profesores con estos alumnos.
1. Cuanta más información tenga sobre la adolescencia mejor podrá anticiparse a los cambios y, además, las decisiones que tome serán mucho más eficaces.
2. Manténgase al tanto de la vida de su hijo dentro y fuera de la escuela. Una buena relación con los padres es la mejor protección para crecer y explorar el mundo. Sea imaginativo para mantener el contacto con su hijo.
3. El afecto incondicional y unas normas claras, razonables y razonadas son los cimientos para que su hijo se desarrolle y se sienta seguro.
4. Hable con su hijo de los temas importantes en la vida y no evite los temas delicados o difíciles.
5. Márquele metas altas pero realistas. Dígale que espera de él todo lo que puede dar.
6. Valore la educación, mantenga el contacto con los profesores y supervise su evolución académica.
7. Ayúdele a descubrir sus puntos fuertes y elógiele por lo que hace bien.
8. Conozca a los amigos de su hijo y a sus padres. Hable con él sobre los amigos, la amistad y las cosas que pueden pasar cuando esté con sus amigos.
9. No deje a su hijo solo frente a los medios de comunicación y la publicidad. Hable con él de las películas que ve, los videojuegos que usa, las revistas que lee y la música que escucha.
10. Los valores que usted desea para su hijo debe vivirlos primero su padre, su madre y sus hermanos mayores.

11. Esté alerta ante los problemas graves que pueden surgir durante la adolescencia. Si no puede afrontarlos, busque ayuda profesional cuanto antes.

12. No se desanime ante las dificultades: la mayoría de adolescentes las superan con éxito si los padres están disponibles para ayudarles y no se rinden.

13. Escuche siempre a su hijo.

viernes, 15 de marzo de 2013

El problema está en nosotros

Ayer asistí a una conferencia de Luis Gutiérrez Rojas, psiquiatra experto en trastorno bipolar, espeaker y empresario. Había quedado con él y me comentó la posibilidad de vernos después de la sesión. Aproveché para asistir a la ponencia, que tenía el siguiente título: "TOMARSE LA VIDA CON HUMOR".
 
Le tengo mucho respeto a los psiquiatras y a los sacerdotes, porque ambos llegan al núcleo duro del ser humano. A eso que no le contamos a nadie y constituye una realidad incontestable de nuestra vida. Hablamos de los "darros de nuestra personalidad", en unos casos, o de las sensibilidades finas y las debilidades, en otros. También hablamos  de personas dobladas por cargar con lo suyo y lo de otros. En cualquier caso tocan la  realidad más íntima de nuestra intimidad. Por este motivo le presto mucha atención a lo que dicen.
 
Reflejar en el papel lo que dijo es difícil, porque es difícil recoger una realidad en todas las conferencias de Luis: aprendes cosas pasándolo bien, riendo a carcajada limpia en muchas ocasiones y con una sensación de agradecimiento porque te vas con las pilas cargadas. Dicho esto, paso a desgranar algunas de las ideas que aportó, pero ya sin mutilar el hilo conductor en el que se desarrolló y que fué contenido y continente de la conferencia: EL HUMOR.
 
El problema no son las circunstancias en las que se desarrolla nuestra vida, sino la forma de reaccionar ante ellas. A todos se nos mueren los padres, perdemos el trabajo, rompemos con el novio/a,..., pero no todos reaccionamos de la misma forma. Animó a escoger la mejor forma de reaccionar,  para nosotros y los que nos rodean, ante los problemas: el optimismo, la proactividad, andar, levantarse y no quedarse quietos, tomar decisiones.... Todo menos caer en un victimismo que nos convierte en una persona tóxica para nosotros mismos y los que nos rodean. Es un camino hacia ninguna parte.  Los tóxicos son como imanes que chupan la energia a todos los que los rodean. Por eso se quedan solos.

No incluía entre los tóxicos a las personas que caen en una enfermedad mental, que necesitan de un tratamiento médico para salir adelante.
 
Es importaante conocerse y aceptarse, construyendo sobre esa base nuestro proyecto de vida, con metas ambiciosas, sin rendirse a las primeras de cambio, tomando decisiones valientes, corrigiéndolas cuando nos equivoquemos, aprendiendo, elaborando una voluntad fuerte, con esfuerzo...
 
Tenemos dificultad para conocernos. Una fuente de autoconocimiento proviene de las relaciones con los demás. Cuando  personas de distintos ámbitos de relación  (amigos, familia, compañeros...), nos dicen "es que tú eres...." y coinciden, debemos de escucharlo, reflexionar y corregir comportamientos que no van.
 
Los padres no pueden ilusionarse con que su hijo sea notario si  lleva cuatro años repitiendo primero de derecho. Tampoco exigirle que sea arquitecto si tiene serios problemas con las matemáticas.  Las metas deben ser adecuadas a nuestras capacidades para evitar frustraciones y problemas mentales evitables.

Nos invitó a no tener memoria y a no preocuparnos en exceso por el futuro. La realidad palpable es el hoy y el ahora, el presente. El pasado lo rememoramos solo para aprender. El futuro normalmente suele venir diferente a como lo imaginamos. Hay personas que han estado preocupadas toda la vida por cosas que no han ocurrido.
 
Animó a ver oportunidades en los problemas, a ser paranoide inverso (creer que se dan todas las circunstancias para triunfar), a tener espíritu deportivo, a no criticar, a disculpar y comprender y a muchas otras cosas que mutilaré en este brevísimo resumen de la conferencia.
 
Tenéis algunos resúmenes en youtube.
 

 
 
 
 
 

martes, 12 de marzo de 2013

12 requisitos para inculcar buenos hábitos a los hijos


 

El diccionario de la Real Academia Española de la Lengua define la palabra hábito como un “Modo especial de proceder o conducirse adquirido por repetición de actos iguales o semejantes, u originado por tendencias instintivas”.

También se define al hombre como “Animal racional…”. Un alumno respondía esto en un examen y añadía “vaya mezcla más explosiva” porque, efectivamente, está en manos del hombre decidir que parte de la definición impera en su vida.

Los hábitos están inspirados por principios y valores que generan comportamientos más cercanos a la parte instintiva, impulsiva y sensorial del ser humano o a la parte racional e intelectual. La primera nos da un ser humano más preocupado de los deseos , del tener, de cómo nos apetece ser.  La segunda nos acerca más a cómo debemos ser, a la ética y a los valores.

Somos más hombres cuanto más desarrollamos la parte intelectual de nuestra naturaleza, que constituye nuestro signo distintivo del reino animal. Un problema reciente  de nuestro mundo actual  es que se usa la razón para justificar la deriva hacia principios y valores que terminan dándole más protagonismo a los instintos, con la socorrida justificación de la libertad y, paradojas de la vida, terminamos siendo más esclavos que nunca.

En una clasificación simple podemos hablar de hábitos positivos o negativos. Los primeros cuesta adquirirlos, necesitan de principios sólidos que apoyen el necesario esfuerzo para adquirirlos. No se consiguen de forma espontánea, exigen iniciativa personal y dedicación.   A modo de ejemplo, ser estudioso necesita de un esfuerzo continuado durante mucho tiempo, empujados en su inicio por el ejemplo y la exigencia de nuestros padres. Los hábitos negativos son más fáciles de adquirir, ya que basta con dejarse llevar por los instintos. Ser un comilón no exige un especial esfuerzo, basta con comer siempre que tenemos gana y de todo lo que nos apetece. Se empieza a ser infiel a la pareja cuando respondemos siempre a cualquier invitación del instinto sexual desde que este aparece. Se es perezoso cuando no se hace lo mínimo de forma repetida.

Los hábitos positivos se adquieren por repetición de actos, exigen fuerza de voluntad, ejemplo, apoyo y tiempo, la educación es un plato que se cocina lento. Se adquieren más fácilmente si se cultivan desde la infancia.

Educar hábitos positivos exige de los padres, profesores o educadores  varios requisitos:

1.       Apoyarse en grandes valores y cultivar el hábito que exigen (coherencia).

2.       Mantener la exigencia en el tiempo (constancia).

3.       Comprender y motivar al niño cuando fracase. Aplicar punto 2

4.       Reconocer  y elogiar los avances.

5.       Hacer los hábitos atractivos.

6.       Querer a los niños con sus limitaciones, sin dejar de aplicar el punto 2. Mucho más si se trata de los hijos.

7.       Insistir más en el esfuerzo que en los resultados, sin dejarse engañar.

8.       Formarse sobre los hábitos a cultivar en cada edad (ver los enlaces de este blog)

9.       Si se trata de un hijo, consensuar periódicamente un plan de acción con el otro cónyuge. Si es un alumno, consensuar ese plan con los dos padres.

10.   Favorecer una voluntad fuerte en el niño/a desde pequeños. La necesitará para conseguir hábitos positivos

11.   Que tengan como última meta favorecer un modelo de  persona libre, ética  y autónoma, capaz de conocer y desarrollar todas sus capacidades.

12.    Buscar sinceramente el bien del hijo, alumno… y no el éxito personal.

José Antonio de la Hoz
Profesor y orientador

jueves, 7 de marzo de 2013

La deshidratación perjudica el rendimiento intelectual

Estoy a punto de salir de casa y me encuentro una referencia en http://aurigaconsulting.es/ a un artículo del periódico La Vanguardía, que me parece práctico e interesante. Sabía de la necesidad de un buen desayuno para rendir en clase o en el trabajo - desayunar como un rey, comer como un príncipe y cenar como un mendigo, dicen los nutricionistas -, pero desconocía la vinculación entre hidratación y rendimiento intelectual.
 
 
La deshidratación perjudica el rendimiento intelectual

Los expertos recomiendan consumir aproximadamente entre dos y dos y medio litros de líquido al día | Un adulto puede estar deshidratado incluso cuando cree estar ingiriendo suficiente líquido

 La Vanguardia

Sanidad| 06/03/2013

Barcelona. (Redacción).- La falta de reposición de líquidos, la deshidratación, afecta a la actividad intelectual, destacando de manera especial las de atención, las psicomotrices, las de memoria inmediata y las evaluaciones de estado subjetivo, según un estudio el estudio ‘Rendimiento cognitivo y deshidratación’, dirigido por la doctora Ana Adan, de la Universidad de Barcelona.

La deshidratación se produce cuando la excreción de líquidos excede al consumo de éstos, y da como resultado un balance negativo del agua corporal. La deshidratación de carácter leve o moderado es un estado que “se puede producir con mucha facilidad y, en la actualidad, existen numerosos estudios científicos que han evidenciado la repercusión negativa que estas situaciones tienen en la capacidad de ejecución cognitiva”, explica la doctora Adan.

Se considera un estado de deshidratación leve la pérdida de un 1-2% de agua corporal y, moderada, de un 2-5%. Teniendo en cuenta estos parámetros, cuando el nivel de deshidratación es superior al 2%, disminuye la capacidad de memoria a corto plazo y puede afectar por igual a adultos jóvenes y a personas mayores. Por último, se considera severa cuando la deshidratación es superior al 5%, aunque esta situación no es habitual entre la población general.

Una hidratación adecuada es un factor decisivo en la prevención de accidentes laborales y el desarrollo de enfermedades”, explica Adan, y añade que “por muy leve que sea la deshidratación, no es un estado deseable porque implica un desequilibrio en la función homeostática del medio interno que puede repercutir negativamente en la capacidad cognitiva, e interferir en la correcta realización de actividades laborales o académicas que requieran la utilización de habilidades mentales concretas”.

Los cambios en la cantidad de sales y electrolitos corporales producidos por la deshidratación, pueden alterar la actividad cerebral y el correcto funcionamiento de diversos sistemas de neurotransmisión que intervienen en el procesamiento cognitivo favoreciendo la pérdida de concentración y menor rendimiento, y aumentando las posibilidades de sufrir algún tipo de accidente laboral.

Recomendaciones de ingesta de líquidos

Los expertos recomiendan consumir aproximadamente entre dos y dos y medio litros de líquido al día, proviniendo un 20-25% de los alimentos y un 75-80% de las bebidas. También hay que tener en cuenta la pérdida de líquidos que produce la práctica de la actividad física, de si se es hombre o mujer o se pertenece a una población especial con mayor riesgo, así como de las condiciones ambientales que pueden promover la pérdida de agua corporal.

“Se calcula que una pérdida del 2% de fluidos corporales provoca un descenso del 20% en el rendimiento físico, aunque no existen muchos estudios que hayan analizado los efectos de la deshidratación sobre el rendimiento cognitivo y las limitaciones metodológicas no nos permiten extrapolar los resultados ni extraer conclusiones firmes”, apunta Adan.

Un adulto puede estar deshidratado incluso cuando cree estar ingiriendo suficiente líquido. “Se ha constatado que los trabajadores no beben suficientes líquidos durante la jornada laboral e incluso llegan al trabajo deshidratados y el consumo de bajas dosis de cafeína combinada con glucosa, como en el caso de los refrescos, podría ser una estrategia mejor que beber más cantidad de agua para reforzar el rendimiento en tareas de atención sostenida, aprendizaje y memorización”, comenta la doctora Adan.