jueves, 28 de abril de 2016

Diferencias y similitudes entre inteligencia y talento


José Antonio Marina es un filósofo y pensador, con muchas horas dedicadas a la investigación,  plasmadas en numerosos y exitosos  libros. Casi todos con  alguna conexión al mundo de la educación,  por el que muestra una preocupación preferente.

Estuve con él con motivo del acto de clausura de una Escuela de Padres que organicé para 30 centros educativos de Granada. En ese momento  sus apariciones en programas televisivos de cadenas nacionales eran constantes. Tengo que decir que llenó un recinto con más de 700 plazas y que los asistentes eran, en su mayoría,  miembros de AMPAS, directores, jefes de estudios, orientadores y profesores de la enseñanza pública y privada. La frase que podría resumir su conferencia es bien conocida: “Para educar hace falta toda la tribu”

Pues bien, hace poco concedía una rueda de prensa a varios periódicos con ocasión de la presentación de su último  libro. En el transcurso de la misma hace unas declaraciones muy interesantes para todo el que tenga que educar. En esta entrada trato de sintetizarlas para hacerlas más asequibles y, al final, pongo el enlace para quien quiera leerla en su integridad. Ahí va el resumen:

  • Hay que distinguir  el talento de la inteligencia. El talento está relacionado con el buen uso, el uso brillante de la inteligencia. COMENTARIO PERSONAL: son muchos los autores que defienden la idea de que todas las potencialidades de un niño no salen a flote si no se ejercitan. Dicho de otra forma, la inteligencia no es una cualidad fija sino vinculada a su ejercicio o a su inactividad.
  • En la actual sociedad del conocimiento la riqueza de las naciones está vinculada a su capacidad de producir talento.
  • La inteligencia es la capacidad de pensar, el talento es la capacidad de pensar y actuar.
  • El talento tiene que ver con la toma de decisiones y la generación de proyectos. Incluye aspectos como tener buena información, gestionar bien las emociones y tener desarrolladas las virtudes de la acción: perseverancia, valentía, tenacidad, resiliencia , etc.
  • El talento se genera después de la educación. Sin educación no hay talento. Una de las funciones de la escuela es contribuir a que se produzca un talento que de otra manera no va a aparecer. COMENTARIO PERSONAL:  el resto del entorno del niño también contribuye a ese talento: familia, barrio, amigos, medios de comunicación…, etc.
  • Para desarrollar el talento hay que incidir en dos aspectos fundamentales: la memoria y enseñar al niño a diseñar su propio cerebro.
  • Todo lo hacemos desde la memoria y son muchos los hábitos que se adquieren con ella.
  • Enseñamos a diseñar el cerebro mediante protocolos que ayuden al niño a organizar su memoria y sienta que aprende y progresa.
  • Una destreza básica es fijar la atención y los padres deben contribuir a que esto ocurra desde que el niño tiene tres años.
  • Las rutinas dan seguridad a los niños, pero para fijarlas hay que establecer límites. Si no es así los niños se sentirán muy perdidos.
  • Enseñar por proyectos ayuda al niño a sentirse capaz de hacer las cosas, a encontrar sentido a lo que hace y a motivarse cuando siente que está cerca la consecución del objetivo.
  • El poder del grupo en la adolescencia es grande, por eso en el último curso de primaria hay que primar la capacidad de independizarse de él.
José Antonio de la Hoz