miércoles, 26 de diciembre de 2012

Trabajo de los padres y salud mental de los hijos

Nuevamente veo un artículo de la psiquiatra Eulalia Torras de Bea que pone sobre la mesa la atención de los hijos cuando los dos padres trabajan, así como las consecuencias sobre la salud mental de aquellos de un modelo de atención que considera erróneo y que explica en el presente artículo. Recoge datos y estudios que apoyan su postura, además de contar con una experiencia profesional y prestigio incontestables con solo echar un vistazo rápido a su curriculum
 
El título original de su artículo es...
 
CONCILIACIÓN" Y SALUD MENTAL


Eulàlia Torras de Beà

 "La Dra. Eulàlia Torras de Beà, es psiquiatra de niños y adolescentes, pionera en la atención a los niños desde la asistencia pública. Fundadora, en 1969, del Servei de Psiquiatria i psicologia del Nen i de l'Adolescent de l'Hospital de la Creu Roja de Barcelona, desde hace 20 años convertido en Fundació Eulàlia Torras de Beà, que gestiona tres CSMIJ (Centres de Salut Mental Infantil i Juvenil), un CDIAP (Centre de Desenvolupament i Atenció Precoç) y una ICIF (Institució Col·laboradora d'Integració Familiar), además de realizar una importante actividad docente.
La Dra. Eulàlia Torras de Beà ha publicado numerosos artículos en revistas profesionales del país e internacionales y es autora de cinco libros destinados a profesionales, además de un libro educativo para padres.




Hoy en día, con la prácticamente global integración de la mujer al trabajo remunerado, existe la indudable necesidad de conciliar el cuidado de los hijos con el trabajo de los padres. Esta conciliación, si está bien hecha, significa atender los derechos de los hijos a unos cuidados adecuados para un desarrollo personal y mental saludable, y los derechos de la mujer a su desarrollo personal y profesional.


Pero en realidad hemos caído en una flagrante contradicción entre lo que sabemos y lo que aplicamos, y por tanto estamos aceptando una pseudo-conciliación.

¿En qué se basa esta afirmación? En:



1. Las importantes investigaciones de las últimas décadas sobre la relación entre el vínculo con el cuidador y el desarrollo de las estructuras neurológicas del cerebro.


2. Las investigaciones de los últimos 50 años sobre el vínculo y el apego del niño pequeño a sus cuidadores, como base de su salud mental y de su autonomía.
3. Efecto de la institucionalización parcial o total sobre la evolución.
4. Relación con las llamadas "nuevas patologías".




1. Las investigaciones de los puntos 1 y 2


De las investigaciones citadas en los puntos 1 y 2, que para abreviar no desarrollo[1], se deduce que el niño necesita ser cuidado por personas suficientemente constantes como para establecer con él un vínculo emocional intenso y permitir un apego seguro. Esta continuidad permite conocerlo a fondo y ofrecer mayormente respuestas adecuadas, realistas y coherentes y por tanto estructurantes (Torras 2002).



3. Efecto de la institucionalización parcial o total sobre la evolución.

La ausencia de este tipo de cuidado se da cuando el niño está expuesto a cambios constantes de cuidador y de espacios, a cambios imprevistos y mal preparados debido a situaciones imprevisibles y traumáticas en la familia o bien, debido a desestructuración y exceso de patología en ésta. Otro factor negativo es el mal uso o el abuso de la guardería, que produce un tipo de "institucionalización" parcial, con la consecuente creación de apego ansioso o ausencia de apego y evolución indiferenciada.

Como ejemplo de institucionalización total tenemos los niños criados en orfelinatos. Evidentemente estas instituciones ofrecen calidades muy diversas de crianza, pero sabemos que mayormente los niños que han crecido en ellas presentan cuanto menos retrasos y empobrecimientos en su evolución psicomotora, intelectual y relacional, que tienen como base una insuficiente estructuración neurológica y mental. Es lo que sucede con muchos de los niños adoptados.


Relación con las llamadas "nuevas patologías"

¿Qué relación tiene todo esto con las llamadas "nuevas patologías" y con el aparente aumento de psicopatología en la población? ¿Qué relación tiene con el aumento de las drogodependencias, del fracaso escolar, la violencia doméstica, la delincuencia juvenil, el llamado TDAH o hiperactividad, los TGD o trastornos generales del desarrollo, la sexualidad promiscua e irresponsable, las nuevas y modernas dependencias ligadas a la tecnología.... etc.. con la forma de criar a nuestros hijos?



La privación emocional y de seguridad en el niño pequeño, que se da cuando las condiciones no permiten un apego seguro, conducen a necesidades afectivas pendientes y estancadas. Más tarde, al entrar en la adolescencia sin haber desarrollado una personalidad suficientemente fuerte y estable con la correspondiente autonomía, estas necesidades afectivas pendientes son una base propicia para toda clase de dependencias y por tanto de adicciones. La promiscuidad sexual, por ejemplo, es una clara expresión de necesidad y búsqueda de intimidad y compañía que deberían compensar privaciones atrasadas. Y citaríamos, claro, el uso de tóxicos y de alcohol, las adicciones a las técnicas: Messenger, móvil, televisión, etc. etc..


Esfuerzos de la Administración catalana para el cuidado de la salud mental de la población



En el año 1989 el gobierno catalán comenzó el despliegue de la red de CSMIJ (Centres de Salut Mental Infantil i Juvenil) en toda Cataluña. Paralelamente, además se fué desplegando la red de CDIAP (Centres de Desenvolupament i Atenció Precoç). Este importante y decidido esfuerzo expresa una legítima preocupación del gobierno por la salud mental de los niños y adolescentes de nuestra sociedad y un reconocimiento de la importancia de su cuidado.


Recientemente, la medida de crear gran número de plazas de guardería ha sido presentada, demagógicamente, como la forma de asegurar el éxito académico futuro en los niños tempranamente escolarizados. Pero en realidad es todo lo contrario: es ahí donde comienza la contradicción y el problema, ya que no son esas las medidas que preservan la salud mental y el éxito escolar de nuestros niños.



Las políticas educativas que pretenden arreglar el fracaso escolar con más horas de institución a cualquier edad o, basadas en la absurda idea de socializar al bebé, desde que el niño nace, son anti-educativas para la población ya que transmiten –-y a menudo inculcan-- a los padres un error fundamental de concepto: precisamente la creencia de que hay que "sociabilizar" a los bebés a los pocos meses, que asistir muchas horas a la escuela es mejor que los cuidados que ellos pueden brindar y que los padres deben trabajar más y esforzarse profesionalmente para poder pagar muchas actividades extraescolares en aras de la mejor formación de sus hijos. Entretanto, es preocupante tanto retraso en la promulgación de leyes que realmente atiendan las necesidades reales de los pequeños en materia de salud mental y por ende de aprendizaje. Porque en realidad, las actuales políticas de crianza contradicen completamente los conocimientos emanados de las importantes investigaciones llevadas a cabo en las últimas décadas.


El intento de establecer la escolaridad obligatoria a partir de los tres años movió a grupos de ciudadanos a manifestarse a través de la prensa con artículos, cartas al director, etc..[2] Estas cartas expresan su desacuerdo con las medidas de conciliación ofrecidas por la política educativa.

Una de estas manifestaciones fue una carta abierta dirigida al Conseller Ernest Maragall, firmada por más de 500 padres. En esta carta se citan los informes publicados recientemente por las universidades de Stanford y Berkeley sobre los riesgos de la educación preescolar, que si bien favorecen la adquisición de habilidades cognitivas, dicen, incide negativamente en el desarrollo social y emocional de los pequeños, generando un incremento de los problemas de conducta. Por mi parte, pondría en duda, incluso, la ventaja de las habilidades cognitivas.

Citan también el estudio publicado por la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) bajo el título "Starting Strong II: Early Childhood Education and Care", sobre las políticas de educación y atención a la primera infancia en veinte países. Se describen los factores sociales, económicos y conceptuales que condicionan estas políticas, que informan de que en ningún país de la Unión Europea la enseñanza es obligatoria antes de los seis años (siete, en el caso de Dinamarca, Suecia y Finlandia). Tampoco lo es en Canadá, Estados Unidos ni Australia. Citan otro dato que consideran muy significativo:
en el caso de Finlandia, país que en el último informe PISA obtiene los mejores resultados en materia de educación, el porcentaje de niños que van a la escuela a partir de los 3 años no supera el 50%, lo que contrasta con el 98% de niños catalanes según afirma Maragall al justificar la escolarización obligatoria a los tres años.



La carta de los padres continuaba preguntándose si habrá relación directa entre este déficit de atención en el sí de la familia durante la primera infancia y el creciente número de casos de depresión y trastornos de conducta entre los menores o el hecho de que España tenga el dudoso honor de ser el tercer país del mundo en que se recetan más psicofármacos a menores.


Se basan en estas y otras referencias para defender la idea --por otro lado defendida también en algunas de las cartas de lectores-- de que las medidas de conciliación propuestas hasta ahora no son defendibles. Consideran que las verdaderas medidas de conciliación pasan por ampliar los permisos de maternidad, legislar excedencias remuneradas y con garantía de reincorporación al lugar de trabajo y mantenimiento del sueldo para uno de los padres con niños pequeños, como sucede en los países que nos aventajan en los índices de bienestar y de éxito escolar. Este tipo de conciliación es radicalmente diferente de la noción, muy extendida, de que conciliar la vida laboral y la familiar consiste en mantener los niños "aparcados", dicen, mientras los padres trabajan.

Creo que todo esto es claro indicio de que una medida imprescindible, en primer lugar, es la concienciación de la población, a través de campañas de difusión y de educación psicológica sanitaria, acerca de las necesidades de los niños y de las valiosas e insustituibles funciones de los padres, para conseguir ciudadanos sanos y capaces física y mentalmente. Esta concienciación haría, seguramente, que los ciudadanos supieran qué deben exigir a sus políticos para el bienestar de su familia y el sano crecimiento de sus hijos, y que no aceptaran como buenas las medidas demagógicas y antieducativas que se les ofrecen. Este paso podría, con suerte, mover a los políticos a ofrecer en sus campañas electorales aquello que la salud mental de la población realmente necesita.
 En caso contrario estamos en una grave contradicción: se invierte en más plazas de guardería, y después en más plazas de aulas de refuerzo para niños con fracaso escolar y de hospital de día para adolescentes, mientras no se está ayudando económicamente a los padres para que tengan tiempo para estar con sus hijos, para realizar actividades con ellos y fomentar una buena evolución, o sea salud mental. Estas son las verdaderas medidas preventivas. Sin ellas estaremos siempre tratando de corregir, en los años siguientes, lo que se ha comenzado mal en los primeros años. Y esto sí que resulta mucho más caro en todos sentidos, económicamente y emocionalmente.




Conclusiones

Entre los cambios sociales son especialmente importantes aquellos que afectan los sistemas de crianza, ya que de éstos depende la salud neurológica y mental de los futuros ciudadanos del país.

La neuropsicología nos ofrece conocimientos definitivamente importantes sobre la evolución del cerebro, la intelectual y la de la personalidad y la incidencia de los sistemas de cuidado sobre ellas. Según estos conocimientos, son especialmente preocupantes en cuanto a salud mental aquellos sistemas de crianza en que se institucionaliza a los bebés y a los niños desde demasiado temprano y durante demasiadas horas por día.

Para paliar esta situación son urgentes verdaderas medidas de conciliación entre el trabajo de los padres y las necesidades de los bebés y de los niños, en forma de prestaciones económicas que permitan a los primeros dedicar suficiente tiempo al cuidado de sus hijos. De hecho nos dan ejemplo de esta realidad los países que nos aventajan en los índices de bienestar y de éxito escolar.



Anexo

En los últimos 30 años se ha hecho política de des-educación por parte de políticos y educadores. Los padres, que antes tenían conciencia clara de que sus cuidados eran la mejor aportación a la buena evolución de sus hijos, desarrollaron un complejo de inferioridad en relación a las instituciones tipo guardería. Desde una politización propagandística de la guardería, llevada a cabo por políticos y educadores de estas instituciones y desde una ideología en realidad de pseudo-izquierda, contribuyeron a crear este complejo de inferioridad de los padres. Hoy en día, ellos creen que deben proporcionar el máximo de horas posibles de guardería y el máximo de actividades extraescolares a sus hijos. Ya no se trata de jugar con ellos y de que crezcan y aprendan jugando, dentro de una relación de apego seguro, base de su aprendizaje y autonomía futuros. Parece que se desconozca que el bienestar de los niños y el hecho de que ellos sean felices va paralelo con su autoestima, estabilidad emocional y salud mental. En un artículo aparecido recientemente en una revista dirigida a padres, donde se lee una de tantas propagandas de la escuela para los más pequeños, hay fotografías de niños con sus cuidadoras. Todos los niños están sorprendentemente serios, ninguno sonríe ¡ni uno!! Y esto no es cuestión de que queden más monos, sino de su estado de ánimo. Está subiendo el número de depresiones en los adultos: ¿de dónde creen los políticos que salen estos cambios en la psicopatología?


¿Y qué hemos hecho hasta ahora los pediatras y los psiquiatras de niños? Observar esta situación y no hacer nada.



Los pediatras saben bien que los niños, al entrar en la guardería, suelen retrasarse y a veces incluso perder funciones que ya tenían adquiridas (dejar de caminar, volver al período de marcha insegura de base ampliada, retrasarse en el habla, perder palabras que ya el niño pronunciaba y utilizaba). También saben que "pescan todas las pasas", pero cómo han reaccionado: no diciendo nada, dejando pasar esta situación, seguramente con la convicción de que esto se arreglaría con el tiempo. Hace años, también los pediatras tranquilizaban a las madres cuyos hijos llevaban retrasos de cualquier tipo, diciéndoles "espere, ya hablará" con lo que se perdía un tiempo precioso, importantísimo para la evolución del niño. Ya que sabemos que las funciones biológicas y psicológicas, como todo en embriología, tienen su tiempo para desarrollarse y si no lo hacen dentro de esa franja de tiempo, no se desarrollan o lo hacen pobremente, con empobrecimientos. Una pediatra hace unos años escribió un artículo para el suplemento "Salud y calidad de vida" de la Vanguardia y lo tituló Síndrome de la guardería. En él simplemente explicaba lo que se observa a menudo. Recibió muchas cartas como respuesta, de padres que querían acallar voces como ésta, para poder seguir mandando sus hijos a la guardería con tranquilidad de conciencia.



¿Qué hemos hecho los psiquiatras y psicólogos de niños pequeños?
 
También hemos callado!! Cuando hemos recibido un niño que ya ha estado demasiadas horas y demasiado precozmente en la guardería, y que presenta también el síndrome psicológico de la guardería, hemos pensado que ¿para qué alarmar y culpabilizar ahora a los padres, cuando eso ya está hecho? Hemos tomado las medidas necesarias cara al futuro, pero de todos modos, no hemos hecho campañas sociales para alertar sobre lo que estaba pasando, para que los padres que quisieran oír oyeran, para contribuir a mejorar las condiciones de niños que aún estaban a tiempo. ¿Por qué no hemos hecho más? Seguramente por comodidad, para ahorrarnos las dificultades de campañas y trabajos sociales de este tipo, por no encontrar el terreno preparado, vaya a saber porqué."













 
 

Decálogo contra el estrés

Un nivel aceptable de armonía en la familia exige, entre otros factores, que los padres gestionen bien su estrés.  La pérdida del trabajo, los problemas económicos, la acumulación de tareas, los roces de la vida diaria, el exceso de responsabilidad..., puede provocar que nos sintamos mal y traslademos este sentimiento a los que nos rodean. En el artículo que transcribo  a continuación sacado de http://www.unav.es/informacion/noticias/decalogo-estres  y dirigido a hiperrresponsables , hay ideas que nos pueden ayudar a todos

"El psiquiatra Fernando Sarráis lo propone en su libro 'Aprendiendo a vivir: el descanso', de la colección 'Persona y Cultura'.

En su libro Aprendiendo a vivir: el descanso, de la colección 'Persona y Cultura', el Dr. Sarráis hace las siguientes recomendaciones a las personas que desempeñan responsabilidades de relevancia o que presentan gran tensión en su vida ordinaria por su hiperresponsabilidad:














1. Distraerse con actividades lúdicas, pues disfrutar es necesario para el descanso mental;

2. Desconectar mediante viajes, ya que la distancia física suele ir acompañada de la distancia mental;

3. Cambiar de actividad periódicamente, para descansar de una actividad con otra actividad que sea menos estresante;

4. Estar de buen humor: la risa va unida a un sentido más festivo de la vida y, por tanto, ayuda a desdramatizar las responsabilidades;

5. Pedir ayuda y consejo a personas del entorno: nos cansamos menos si repartimos el peso;

6. Delegar parte de las responsabilidades;

7. Confiar en los demás: la desconfianza lleva a un control excesivo y obsesivo del entorno, que es agotador;

8. Poner orden en el sentido de responsabilidad: dar más importancia a la responsabilidad de ser feliz que a la de ser perfecto o tener éxito;

9. No tratar de demostrar el valor personal con el cumplimiento exacto de cada cosa que se hace; el perfeccionismo es extenuante;

10. Aprender a decir ‘no’ (sin sentirse mal) a nuevas responsabilidades mientras no se acaben las anteriores, porque tener cosas pendientes cansa más que hacerlas."

viernes, 21 de diciembre de 2012

¿Qué llevan mis padres en la mochila?

Acabo de meterme en el blog de Sandra Camos, experta en temas de familia y me he encontrado con este hermosos vídeo acompañado de hermosas ideas, como la de dejar aparcada la mochila de los malos rollos cuando vamos a recoger a nuestros hijos al colegio o cuando estamos con ellos en casa, sobre todo para que no se lleven ningún grito inmerecido, ninguna reprimenda a destiempo,...BONITA CANCIÓN Y MEJORES IDEAS. Podeis ver  lo que os digo en la siguiente dirección http://sandracamos.blogspot.com.es/#!/2012/03/todos-los-papas-y-mamas-del-mundo.html

La Navidad


La Navidad es un periodo de vacaciones y festivo en el que se conmemora el Nacimiento de Jesús. Este es el hecho fundamental que las motiva, aunque poco a poco las estemos convirtiendo en otra cosa.
 En estas fechas aparecen cosas nuevas que hacer como comprar juguetes y regalos, preparar comidas familiares, adornar la casa, montar el Belén, poner el árbol, rellenar y mandar los Christmas a familiares y amigos, ocupar el tiempo libre de los hijos, visitar a familiares, etc., que exigen algo de planificación, reparto de tareas, orden y control. Para ello hay que conseguir:
·         Que los padres –sobre todo la madre- no carguen con el peso de todo. Esto se consigue:
o   Escribiendo en un folio todo lo que hay que hacer.
o   En una reunión con los miembros de la familia se reparten las tareas.
o   Se pone el plan en un sitio visible de la casa.
o   Una persona repasa diariamente la tareas y su cumplimiento.
·         Convertir la Navidad en un espacio de crecimiento personal. Para conseguirlo:
o   Se puede retrasar algo la hora de levantarse, pero todos tienen el día cubierto de actividades, de esta forma los hábitos adquiridos no se debilitan.
o   Todos tienen responsabilidades específicas en este periodo, tal y como acabamos de ver.
o   Los mayores dedican poco o mucho tiempo, en función de las notas, a reforzar las materias que más les cuestan.
o   El horario escolar de los más pequeños (6 a 12 años) puede cubrirse con la asistencia a alguna actividad organizada, tipo campamento urbano. Suele haber muchas ofertas públicas y privadas.
o   Si es posible, se puede programar la asistencia de todos a alguna actividad cultural, tipo teatro, cine, …o visita a Belenes, etc
o   Podemos dar cosas nuestras en buen estado a quien más lo necesite, como ropa, juguetes, comida,… tiempo o dinero. Basta con que acudamos a un Banco de Alimentos cercano, Cáritas, etc.
·         Descansar de verdad:
o   Descansar no es “no hacer nada” sino, más bien , cambiar de actividad. Tirarse en el sofá, levantarse muy tarde, ver la televisión durante horas…, es la mejor forma de no descansar, estar incómodos con nosotros mismos e incomodar a los demás.
o   Los hijos pueden contribuir a que los padres descansen echando una mano: ocupándose de los hermanos pequeños más tiempo, haciendo alguna tarea del hogar, etc.
o   Podemos dedicar más tiempo a nuestro deporte favorito o a nuestras aficiones.
o   Podemos estar más tiempo con nuestros amigos.
o   La lectura es una buena forma de ocupar parte de nuestro tiempo libre.
En definitiva, se trata de llenar nuestro tiempo libre de forma productiva, pensando en las personas  más cercanas –nuestro familia – y en las menos cercanas, manteniendo y desarrollando aquellos hábitos que nos hacen mejores y ocupando el tiempo inteligentemente.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

La apatía

He encontrado un buen vídeo en Youtube que recoge una reflexión del doctor Mario Alonso Puig sobre la apatía..., la desgana que nos frena en las cinco facetas de todo ser humano:  física, espiritual, emocional, psicológica y social

Quiero ser feliz y mis hijos también

Mario Alonso Puig, médico especialista en Cirugía General y del Aparato Digestivo, fellow en Cirugía por la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard, en Boston, y miembro de la Academia de Ciencias de Nueva York y de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia, ha dedicado gran parte de su vida a explorar el impacto que tienen los procesos mentales en el despliegue de nuestros talentos y en los niveles de salud, de energía y de bienestar que experimentamos. Ponente de HSM Talents, ha sido invitado por instituciones como el MD Anderson Cancer Center de Houston (Estados Unidos), el Global Leadership Center en INSEAD (Francia) y la Universidad Pitágoras de Sao Paulo (Brasil). Actualmente imparte conferencias y cursos sobre Liderazgo, Comunicación, Creatividad y Gestión del Estrés tanto a nivel nacional como internacional.
 
En este vídeo habla de la felicidad, tema que nos interesa  porque todos la buscamos y algunos queremos que los que nos rodean -hijos, padres, amigos...- la disfruten. Yo he sacado una conclusión después de verlo: EL MEJOR FAVOR QUE PUEDO HACERLE A MIS HIJOS/AS es educarlos para SER, tanto o más que para TENER. De qué tipo de  personas  seamos va a depender gran parte de nuestra felicidad e influiremos en la  de los que nos rodean. Quizás insistimos más en conseguir una profesión bien remunerada para disponer de bienes materiales, prestigio, alabanzas y loas...., pero poco en ser generoso, comprensivo, compasivo, empático, humilde, respetuoso... LO MEJOR ESTÁ AL FINAL DEL VÍDEO

¡Mamá - papa no tengo ganas!

Es muy normal que nuestros hijos/as menores o no tan menores nos den esta respuesta cuando les recordamos que tienen que hacer algo. Como dice Sandra Camos, las emociones son como "visitantes" que aparecen en nuestro interior y  nos ayudan a avanzar en nuestro quehacer diario o las usamos como excusa para no cumplir nuestras obligaciones. Estos visitantes tienen nombres muy comunes, del estilo de "es que...", "pense que.." y apellidos ilustres como "no tengo ganas de ir a clase", "no me apetece hacer la comida", "me duele la cabeza", "me falta ilusión", "no hago las cosas que no siento", "podía retrasarlo", "no era urgente", "hay tiempo", "lo puedo hacer mañana"...
 
Alguien me dijo alguna vez que las cosas se hacen no porque haya ganas de hacerlas, sino porque hay que hacerlas. Conozco a poca gente que se levante por las mañanas dando saltos de alegría,... sobre todo si es invierno, o que se levante alborozada a las cinco de la mañana para dar de mamar a su hijo, o que limpie los platos recitando poemas de amor, o que baje la basura sumida en un éxtasis de placer..., y podíamos seguir con  ejemplos, que todos conocemos, de cosas que hay que hacer para que funcione nuestra vida y la de los demás,...sin ganas. Pues bien ,esta actitud se entrena desde pequeño, aunque nunca es tarde y es básica para nuestro desarrollo personal y el de nuestros hijos,...es UNA HERRAMIENTA PARA ALCANZAR un nivel más alto de felicidad. Como siempre los hijos necesitan de nuestro ejemplo, de argumentos, de comprensión....y, a veces, de nuestra fortaleza.... ¡Nadie dijo que educar sea fácil!, pero es apasionante

martes, 18 de diciembre de 2012

¿Hablar con el tutor de mi hijo? No tengo tiempo


¿Cuántas veces te has entrevistado con el tutor de tu hijo? ¿Crees que es suficiente? A veces no tenemos muy claro cómo y cuándo debemos dirigirnos al centro educativo donde estudian nuestros hijos, pero es importante que cada cierto tiempo nos reunamos con el docente responsable del niño para intercambiar información y definir objetivos.
En más de una ocasión he escuchado excusas como éstas de los padres de mis alumnos:-"No hemos venido antes para no molestar. Como parecía que no había  problemas, no queríamos hacerles perder tiempo. Ya sabemos que tienen mucho trabajo…"
Y, si he de ser franco, yo también he tenido la tentación de excusarme de la misma manera ante del tutor de mis hijos. Por alguna extraña razón, nos resulta difícil encontrar el momento oportuno para concertar la cita, tememos hacernos pesados. Lo cierto es que el contacto periódico con el centro educativo es algo fundamental para que tu hijo aproveche al máximo las oportunidades educativas que se le ofrecen.
No me extenderé sobre la utilidad de estas visitas. Sólo apuntaré algunos hechos: la educación de nuestros hijos es un trabajo conjunto que realizamos junto con sus profesores, por tanto es absurdo llevarlo a cabo sin la comunicación y coordinación necesarias; conocer el centro y hablar con los profesores nos permite disponer de más datos para valorarlo; además, es un medio de formación a nuestro alcance y, por si fuera poco, cada vez que hablamos con el tutor se produce una especie de motivación mutua que hace que, tanto nosotros como nuestros hijos y el mismo profesor, dediquemos más atención e interés a la tarea que nos ocupa. Así pues, si estamos de acuerdo sobre su utilidad, pasemos a considerar las condiciones que nos permitirán aprovechar al máximo las entrevistas con el tutor de nuestro hijo.
Periodicidad conveniente de nuestras entrevistas con el tutor
Es recomendable entrevistarse una vez por trimestre, preferiblemente unos días después de recibir las notas. A principio de curso, lo razonable sería acudir a mitad del trimestre.
No obstante, si algún acontecimiento nos hiciera sospechar que nuestro hijo o hija puede tener un problema, valdría la pena contactar por teléfono con el tutor y valorar con él si es conveniente vernos. De todas maneras, no abuses de este recurso. No hace falta entrevistarse con el tutor si puedes resolver el problema por teléfono. Tampoco hace falta que llames por teléfono si puedes resolver el problema con una nota, y no es necesario que escribas una nota si tu hijo puede resolver la cuestión por sí mismo.
Preparación de la entrevista
Vale la pena concertar la entrevista con tiempo para que el tutor tenga ocasión de prepararla convenientemente.
Además de los datos que ya tenemos, es útil, durante los días previos a la entrevista, observar en nuestro hijo detalles como el tiempo semanal que dedica a hacer sus deberes y a estudiar, la calidad de los trabajos escritos que realiza en casa, las dificultades que encuentra, el cumplimiento de sus tareas domésticas, qué hace en su tiempo libre y su estado de ánimo.
El día anterior a la fecha fijada es prudente que los padres dediquéis algún tiempo a preparar la entrevista de manera conjunta y que toméis nota de los temas que queréis abordar, de las informaciones que queréis transmitir y de las preguntas que os interese hacer.
Os puede servir de ayuda consultar y repasar la relación de posibles temas que incluyo a continuación. Es una manera de evitar que queden en el olvido algunos temas interesantes.
¿Qué temas conviene tratar?
1. Es conveniente informar al tutor sobre:
  • El tiempo semanal que nuestro hijo dedica a estudiar o a tareas escolares.
  • La calidad del trabajo observado.
  • El grado de responsabilidad en su estudio y en los encargos domésticos.
  • Las aspiraciones profesionales si ya está en los últimos cursos de secundaria.
  • La calidad del trato con vosotros y con los hermanos.
  • Los amigos con los que se relaciona y el tipo de relación.
  • A qué dedica el tiempo libre.
  • Estímulos educativos o pautas usadas en casa como medio de motivación o de formación.

2. Pedir información, en el caso de que el tutor no nos la ofrezca, sobre:
  • La actitud y comportamiento en clase.
  • Las expectativas que tiene respecto a nuestro hijo.
  • La relación que mantiene con los profesores.
  • Las relaciones que mantiene con los compañeros.
  • El grado de cumplimiento de sus deberes.
  • Las faltas de asistencia a clase.
  • Cualquier duda sobre el funcionamiento del centro o de las actividades extraescolares.

3. Solicitar la opinión del tutor sobre:
  • Nuestras estrategias educativas y las dificultades que encontramos.
  • Cómo colaborar para mejorar alguno de los aspectos en que nuestro hijo presente dificultades.
4. Expresar nuestra opinión sobre aspectos que consideremos mejorables en la organización del centro o de actividades docentes.
¿Cómo actuar durante la entrevista?
  • Es fundamental asistir a la entrevista, tanto si es un encuentro rutinario como si es una petición del centro, con el convencimiento de que asistimos a una reunión con un colaborador. Sólo si la entrevista tiene lugar en un ambiente de confianza podrá dar los frutos deseados.
  • Para contribuir al buen ambiente, es interesante comenzar hablando de los temas más satisfactorios para ambos y abordar más tarde los asuntos más desagradables o peliagudos.
  • En cualquier caso hay que intentar que la entrevista discurra en un tono amable y respetuoso, aun cuando las informaciones que recibamos no sean tan halagüeñas como desearíamos.
  • Es aconsejable llevar escritos los temas que queremos tratar y no dar oportunidades al olvido.
  • Lo más importante es acabar la entrevista con algunos propósitos concretos y, si es posible, llevárselos anotados. Una vez en casa hemos de conseguir mantener vivos los propósitos y valorar su eficacia en la siguiente reunión.
Por mi experiencia como profesor, puedo afirmar que el simple hecho de que los padres mantengan una entrevista con el tutor suele ser un buen estímulo para los hijos. Ésta es una de las acciones educativas más fáciles y eficaces de todas las que están a nuestro alcance.
José María Lahoz García
Pedagogo (orientador escolar y profesional), profesor de Educación Primaria
Y de Psicología y Pedagogía en Secundaria
Este artículo está sacado de la web https://www.solohijos.com