lunes, 1 de julio de 2013

LOBBY'S, padres y educación. Consejos

Cuando estudiaba derecho político, hace ya muchos años, se explicaba el funcionamiento de los LOBBY’S o grupos de presión. Acudo a un reconocido diccionario y me da esta definición sobre la palabreja: “ Grupo de presión formado por personas con gran influencia y poder, sobre todo político o económico”.

A la definición anterior añadiría que todo LOBBY tiene un objetivo, unos intereses y unos modos de actuar para conseguirlos o estrategia. Así se refleja en la definición de este término, recogida en la Wikipedia: es un colectivo con intereses comunes que realiza acciones dirigidas a influir ante la Administración Pública para promover decisiones favorables a los intereses de ese sector concreto de la sociedad”.

Vivimos en una sociedad en la que los medios de comunicación ejercen una importante influencia en la configuración de la opinión pública. Los grupos de presión no escapan a esta realidad. A modo de ejemplo, es raro el partido político que renuncie a llevarse bien con una determinada cadena de televisión, periódico, radio, revista, diario digital, etc.

Para conseguir sus objetivos muchos LOBBY’S incluyen en su estrategia influir en la opinión pública, para ello se constituyen en asociación o fundación. La idoneidad de la elección viene determinada por la capacidad de acceder a fondos públicos, que permitan mantener una estructura activa, una revista, publicar libros, captar socios, tener una cadena de radio, estar presentes en los Mas Media. Todo ello para convencer a la MASA de la bondad de sus propuestas y de “los amplios sectores de la sociedad” que la apoyan, aunque a sus actos apenas acudan unas decenas o centenas de personas, bien distribuidas para dar la impresión de que son más.

Recuerdo que en las Asambleas de la Facultad, se usaban tácticas como la de la Doble Uve. El que quería llevarse de calle la asamblea distribuía a sus seguidores por la sala, cubriendo los espacios delanteros, medios y traseros, coincidiendo con los puntos de la mencionada letra. Cuando intervenía, sus acólitos, distribuidos en pequeño número por toda la sala, daban la sensación de gran mayoría y conseguían la aprobación de propuestas por aclamación. Los que no estaban aconchabados, el 95% de los asistentes,  terminaban aplaudiendo por mimetismo, por eso de no ir contra la mayoría.

Pues bien, todo esto viene a cuento de que los padres no debemos educar en base a modas, puestas en el mercado por los grupos de presión, que son pasajeras y que pueden hacer mucho daño, marcando la vida de nuestros hijos de forma casi irremediable. Pongo algunos ejemplos:

- Modelo de enseñanza: el que al padre le parezca más idóneo, no el que le parezca más idóneo al gobernante de turno. De hecho, muchos que defienden la enseñanza pública llevan a sus hijos a la privada, pero luego en los mítines se desgañitan contra ella. Tengo que añadir que soy defensor de una enseñanza pública de calidad, acompañada del respeto a la enseñanza privada. De lo contrario ¿De qué libertad estamos hablando?, si solo defendemos un único modelo.

- Valores: están muy determinados por lo políticamente correcto, que a su vez está muy influido por grupos de presión muy bien colocados, en lo más alto. Se insiste mucho en cómo vivir la sexualidad, pero se habla poco de honradez. Se descuartiza a la gente en muchas cadenas y programas de televisión y se habla poco de compasión y perdón. Nos bombardean con publicidad engañosa  que incita a no parar de consumir y se habla poco de austeridad y solidaridad. Se vende el éxito  fácil en muchos Mas Media, y se educa poco en el esfuerzo y la constancia. Se roba a manos llenas desde las más altas instancias y se habla poco de la honestidad. Se alaba ser espontaneo  y  dejarte llevar por lo que sientes, “ser tú mismo”, mientras aumentan las estadísticas de reyertas entre jóvenes, violencia entre parejas jóvenes y agresiones de hijos a padres. Parece como si el hombre se hubiese quedado sin sostén para argumentar y mantener los valores tradicionales, esos que elevan la autoestima, aún hoy, cuando nos esforzamos por vivirlos…esos que configuran una sociedad más segura y armónica, esos que nos ayudan a dar gracias por haber nacido. Pero, a cambio, tenemos un modelo de hombre sin freno en sus más bajos instintos, que a todos nos da miedo.

- Modas: tengo amigos y amigas de todas las ideologías. Casi todos piensan que la moda está yendo demasiado lejos en la forma de vestir a nuestros/as hijos/as. La intimidad es algo que todos tenemos. Solo intereses comerciales y de tipo ideológico empujan a nuestros hijos a ponerla en entredicho, en muchos casos con bastante mal gusto. ¿Qué tiene de estético enseñar los calzoncillos, gracias a unos vaqueros medio caídos? , por poner un ejemplo. Muchos padres tragan bilis cuando ven salir a la calle a sus hijas, con la mínima expresión de un pantalón vaquero, etc.

- Libertad: nunca se ha hablado tanto de libertad y, al mismo tiempo, nunca ha habido tantos esclavos. Preocupan los macrobotellones, pero dejamos a nuestros hijos menores que asistan. Nos enorgullecemos de nuestros avances tecnológicos, pero no nos damos cuenta de que somos esclavos de un móvil, de videojuegos, de Facebook, Twitter, Tuenti, Instagran,  la televisión 3D, etc. No estoy contra la tecnología, pero ¿la controlamos o nos controla? La libertad es lo que nos distingue del resto de animales de este mundo.  Llamamos  amor a la incapacidad de regular, controlar y ordenar nuestros instintos sexuales. Nunca hemos comido mejor, tenemos hasta cocina de diseño, pero las estadísticas sobre obesidad nos hablan…¿de falta de control, de esclavitud?. Podríamos poner más ejemplos, pero vamos a dejarlo ahí.

Frente a esto, recomiendo a los padres:

- No dejarse llevar por modas pasajeras, muchas veces impuestas desde arriba, por LOBBY’s muy fuertes. Sobre todo políticos y económicos.

- La humanidad no lleva equivocada 21 siglos. Ha sabido ir depurando lo que viene bien y mal al ser humano. Ante la duda, tus hijos son lo primero. Dentro de unos años, tus vecinos, amigos…la sociedad entera, agradecerá tus esfuerzos.

- Mira en tu interior qué nos hace más humanos. Por favor, vívelo y enséñaselo a tus hijos.

- Seamos humildes para reconocer nuestros errores, defectos y limitaciones y no tratemos de envolverlos de justificaciones como la espontaneidad, la libertad, etc. Nuestra humanidad solo puede crecer desde la humildad.

- Duda de las ideas sin dueño, de las novedades “aceptadas por la masa”, de los programas de televisión con 4 a favor y uno en contra, detrás hay ingeniería social interesada.

- La autoestima y el autoconcepto se consiguen y se mantienen, con valores, esfuerzo y constancia.

- Necesitamos trascendernos, salir de nosotros mismos. Cuando pensamos demasiado en nosotros, vienen los problemas.


- De forma natural buscamos una cosmovisión. Busca y elige la correcta. Todo lo que nos rodea nos invita a ello. Nos servirá de soporte para una vida sincera y equilibrada.

José Antonio de la Hoz

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