Estamos
bombardeados por noticias que no reflejan la sociedad real; son una mezcla de
información y “espectáculo estridente” donde lo que prima es captar
espectadores y aumentar la audiencia, distorsionando la imagen del comportamiento real del conjunto de la sociedad. También
es verdad que en pocos meses asistimos a noticias que ponen los pelos de punta.
Me refiero a los presuntos abusos de La Manada, al asesinato de Diana Quer, los abusos
sexuales históricos en Hollywood y otros
países, los 1000 estudiantes daneses investigados por tener imágenes pedófilas
en sus ordenadores, las detenciones habituales por pedofilia …o cuestiones más cercanas como conversaciones que percibimos en
nuestro quehacer diario, en el bus, en el metro, en el trabajo…, o en alguna reunión social.
Para
solucionar cualquier problema es necesario acudir a las causas y actuar sobre
ellas. Es importante no confundir las causas con los efectos para no equivocar el diagnóstico y las
medidas correctoras. También es interesante pedir consejo y preguntar al que
sabe para alimentar el propio criterio.
Nos
da miedo tocar el tema de la sexualidad como fuente de problemas por miedo a
que nos traten de retrógrados, pero la sexualidad es una pasión, inocua para
uno mismo y para la sociedad si está bajo control y si ha madurado en el respeto
al otro/a. El diccionario de la Real Academia Española de la Lengua atribuye
nueve significados al término "pasión". Me quedo con los tres
relacionados con este tema:
- Perturbación o afecto desordenado del ánimo.
- Inclinación o preferencia muy vivas de alguien a otra persona.
- Apetito de algo o afición vehemente de ello.
Las
tres hacen referencia a una inclinación que nos cuesta trabajo controlar. Hay
que tener valores, una cabeza en su sitio y una voluntad madura forjada desde
la niñez para que lo impulsivo no reine en nuestra vida ordinaria. Pero también
hace falta un entorno idóneo y este no es favorable cuando diariamente
recibimos mensajes que no fomentan precisamente el necesario autocontrol para
disfrutar de una vida equilibrada.
Es raro el día que no emitimos o recibimos
mensajes frívolos sobre la sexualidad, el consumo de comida, bebida, drogas,
pornografía, ….todos comportamientos y
actitudes impulsivas. Luego nos extraña que nuestros niños –en palabras de un
prestigioso Juez de Menores- NO ACEPTEN EL NO POR RESPUESTA en sus relaciones
con el otro sexo y vaya en aumento el número de menores encausados por estos temas.
José
Antonio Marina, uno de los pensadores de cabecera en nuestro país, afirma que “La gestión de las emociones debe hacerse desde
fuera de las emociones, porque las emociones tienden siempre a ser
dictatoriales.” En otras palabras, es la razón la que debe predominar en la toma de
decisiones y no al revés. También que
los mejores diagnósticos sobre como gestionamos nuestra emociones son externos
a nosotros mismos, y provienen de personas cercanas que son dueños de si
mismas.
También dice Marina que “Nacemos dependientes y nos cuesta liberarnos de
muchas cosas: nuestros miedos, pasiones, perezas, ignorancias…el niño debe
aprender a ser libre” . El mejor aprendizaje proviene del ejemplo de los padres y,
en menor medida, de las vivencias en el centro escolar y con los familiares y
amigos.
Es Jean Jacques Rousseau el que afirma que “Todas las pasiones son buenas mientras uno es dueño de ellas, y
todas son malas cuando nos esclavizan.”
Una persona es dueña de sus pasiones después de un proceso que
comienza en la niñez y que debe ser mantenido a lo largo de toda la vida. Es
vital el papel de los padres para que sus hijos alcancen este ingrediente de
madurez. Por ello no deben pasar por alto, en su tarea educativa, los
siguientes aspectos:
- Comportamiento ejemplar y habitual de los padres en el control de los impulsos (comida, bebida, compras, ocio,…)
- El autocontrol cuesta, como todo lo que vale la pena. Por ello hay que hacerlo atractivo pensando en lo que se consigue más que en lo que no se disfruta.
- La educación de los hijos debe tender a retrasar recompensas y a eliminar caprichos, en el día a día.
- Las fuentes de la impulsividad son los cinco sentidos plenamente satisfechos, con escasos límites.
- La ausencia de trascendencia, de espiritualidad, favorece la impulsividad.
- Entrando en pequeños detalles del día a día de nuestros hijos
- Deben levantarse puntualmente.
- Dependiendo de la edad y de sus circunstancias, deben asumir responsabilidades en casa (orden en el cuarto, retirar o limpiar platos, poner lavadoras, barrer, hacer la comida, planchar,…)
- Respetar un horario para las comidas y bebidas y evitar que se pique entre horas. El agua en las comidas es más aconsejable que las bebidas carbonatadas
- No convertir lo extraordinario (pasteles, bebidas carbonatadas, gominolas…) en ordinario.
- Controlar tiempos de dedicación a la televisión, videoconsolas, internet, etc.
- Retrasar todo lo que se pueda el móvil y el acceso desde este a internet.
- Otros….
No hay comentarios:
Publicar un comentario