jueves, 13 de marzo de 2014

Ser objetivos y ayudar a nuestros hijos a serlo

Después del bombardeo diario con noticias penosas y negativas de los telediarios, uno puede terminar con la sensación de que "esto se acaba". Decía Rosa María Calaf, reputada periodista y reportera, en una conferencia impartida no hace mucho, que con la aparición de las cadenas privadas de televisión y la entrada del capital privado, hay menos información y más espectáculo, más morbo. El resultado salta a la vista, "informativos llenos de noticias negativas, cuchicheos, corrupción....", que  son solo una parte de la realidad, ya que la otra, el esfuerzo diario de miles de personas por hacer las cosas bien, sacar adelante a sus familias, cumplir con sus obligaciones...., no son noticia.

Cada vez estoy más convencido de que tenemos una tendencia a hacer lecturas negativas de la realidad. Nos paramos en lo que va mal y nos pasa desapercibido todo lo bueno que ocurre a nuestro lado cada día.

Millones de personas se levantan a diario y cumplen con sus obligaciónes de un modo más que aceptable. Hay alguien que nos hace la comida o nosotros se la hacemos a alguien, de igual forma nuestra casa es un lugar medianamente limpio y ordenado, disponemos de  agua, luz, electricidad, ropa, calzado, al menos tres comidas al día, el cariño de muchos de los que nos rodean, funcionan los servicios públicos y un larguísimo etcétera.

Cuando una persona cercana, con la que tengo confianza, me cuenta algo negativo le pido que a continuación me cuente algo positivo. No lo hago siempre, pero debería hacerlo. De igual forma es bueno pensar en lo positivo de la gente que nos rodea, sobre todo de nuestros hijos y de nuestra pareja. Hay que esforzarse porque, normalmente, tendemos a destacar lo que hace mal. Pero la realidad son los dos aspectos.

En el caso de los hijos, están en proceso de formación y hay que enseñarles a conocer sus fortalezas y sus debilidades, sin poner el acento en ninguna de ellas, para que construyan adecuadamente su autoestima. Se trata de ser objetivos y no caer en la trampa del "amor de madre o padre" o en las lecturas negativas de su personalidad. Ver solo uno de los dos aspectos es un error.

Pueden influir causas endógenas para interpretar la realidad de una determinada forma, - por ejemplo, disponer o no de un adecuado nivel de neurotransmisores -, o adquiridas, por ejemplo, la forma de ver e interpretar la realidad de nuestros padres . Por eso, sería bueno que ayudásemos a nuestros hijos a ser más objetivos con ellos mismos, con los demás y su entorno, incorporando todo lo bueno que da la vida. La alegría debe ser un valor en nuestra vida y hay que aprender a succionarla de la realidad. Todo tiene una interpretación positiva.

Termino con una frase: "A veces pensamos demasiado en todo lo que no tenemos y no caemos en la cuenta de lo que sí tenemos"

José Antonio de la Hoz

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