miércoles, 30 de abril de 2014

¿Dónde vas tu? ¿Dónde van tus hijos?. Referencias y modelos

La comparación con otra persona no es mala si sirve para tomar nota y ver en qué se puede mejorar y, además,  el modelo es digno de serlo. Para comparar hay que tener una referencia, un modelo, que puede ser una o varias personas, un estilo de vida o unas ideas madre. El problema es que las referencias en la sociedad actual son pobres, las imponen las minorías, los medios de comunicación, los lobbys, los poderosos,… con escasos síntomas  de preocupación por el  llamado INTERÉS GENERAL o BIEN COMÚN y, menos aún, por la persona individual. Muchas de las ideas que circulan en los Mass media derivan del objetivo prioritario de beneficio o utilidad que persiguen las cadenas.

Si queremos mejorar como seres humanos, hacer frente a nuestras naturales debilidades, ser auténticamente libres – la auténtica  libertad nunca puede producir adicción, porque la anula -, avanzar con equilibrio en el ámbito personal, profesional, familiar o social, necesitamos personas -estilos de vida, valores, ideales- que nos sirvan de modelo o, a falta de estas, pensar sinceramente cómo nos gustaría ser y cómo nos gustaría que fuesen los demás, para fijar puntos medibles y realistas de mejora. De los MAESTROS aprendemos el arte de vivir, son un espejo donde mirarnos, el problema es que hay pocos.

Se me ocurren algunas ideas para buscar modelos o referencias:
  • En un buen modelo hay equilibrio. El equilibrio nos acerca a eso que llamamos felicidad, que todos buscamos. Por ejemplo, podemos ser grandes profesionales pero tener abandonadas nuestra obligaciones familiares. Lo que nos aporta un ámbito nos lo quita el otro. El equilibrio nos lleva a cuidar todos los aspectos importantes de la vida, los que nos reportan las grandes satisfacciones y los grandes sufrimientos: el trabajo, la familia, la amistad, el altruismo - amor y la cultura.
  • Un modelo idóneo cuenta con una voluntad fuerte y determinación. La voluntad es necesaria para contrarrestar la desgana, la pereza que nos lleva a tener metas pobres y nos impide salir de nuestra zona de confort, que nos da seguridad, pero nos aparca en un profundo aburrimiento vital. Cuántas veces nos negamos a hacer algo y después nos arrepentimos. La fortaleza nos lleva a la audacia y ésta a una vida dinámica. La persona con una voluntad fuerte puede elegir metas de calidad en su vida. La voluntad es el uno de los sustentos del propio autoconcepto y del prestigio social.
  • Aceptarse tal y como uno es ayuda a evitar sufrimientos innecesarios. Conocer nuestras fortalezas y debilidades es el punto de partida para la mejora personal.  Aceptar las últimas, con sencillez, elimina un calvario de nuestra vida. Todos tenemos defectos pero unos los esconden, los niegan interiormente, los rechazan. Son una fuente de sufrimiento interior que desaparece cuando se aceptan con naturalidad y sencillez. A esto se le llama  SABER REIRSE DE UNO MISMO.
  • Tener la capacidad de desdramatizar, de quitarle hierro a los asuntos, de corregir con rapidez los errores sin dar tiempo al victimismo. La vida nos va a dar palos si o si, pero nosotros tenemos la capacidad de darle más o menos importancia a las situaciones. Dicen los psiquiatras que lo importante no es lo que nos pase – lo externo a nosotros - , sino cómo nos afecta en nuestro interior, cómo interpretamos la realidad. Hacer de la vida un drama es lo más cómodo para no levantarse cuando vienen mal dadas.
  • El humor y el optimismo es un traje que engalana nuestra personalidad. Todos queremos tener cerca a personas que nos hagan reír  de vez en cuando y que vean oportunidades en los problemas.
  • Los valores nos gustan a todos, mucho más cuando nos los encontramos hechos vida en una persona, convertidos en hábitos que llenan de aire fresco su entorno. ¿A qué valores nos referimos?, a todos los que nos gustaría que los demás viviesen con nosotros y que cohesionan una sociedad. Me refiero, a modo de ejemplo, a la generosidad, la compasión, la capacidad de perdonar, la  empatía, la justicia, la equidad, la sencillez, la veracidad, la honradez , la cooperación, la solidaridad, la amistad, etc. Esto hecho vida en los que nos rodean crea un clima especial en todas las relaciones interpersonales (familia, trabajo, vecindad, etc)
  • No depender excesivamente de la opinión de los demás, concede un nivel de autonomía muy atractivo y una estupenda sensación de libertad personal. Es mejor actuar por convicciones que por opiniones.
  • La instrucción. En este mundo hay muchos que opinan y pocos que saben. Parece que "la verdad tiene que ser consensuada". El tiempo que perdemos opinando deberíamos usarlo en formarnos. Un buen modelo dedica tiempo a formarse y tiene prestigio profesional.

El problema para encontrar modelos es que falta el convencimiento de que los necesitamos. Dicho de otro modo, llevamos décadas instalados en una especie de “naturalismo”, según el cual el ser humano tiene que manifestarse tal y cómo es, de forma espontánea y, claro, en el ser humano hay luces y sombras. En palabras de un sabio "todos somos capaces de lo mejor y de lo peor". A muchos defectos ya no se les llama defectos sino “manifestaciones de nuestra espontaneidad”, “distintas versiones del ser humano”…, siendo esta la situación ideal para justificarlo todo y crear un ambiente social en crisis permanente, con manifestaciones que cuestionan los fundamentos de la convivencia.

Para el ser humano actual el que tiene que cambiar es el otro, que no entiende su espontaneidad, que no respeta sus derechos, que no es paciente ni tolerante, que no es demócrata…QUE NO HACE LO QUE A ÉL LE APETECE.

Es necesario que cambiemos el enfoque y nos demos cuenta de que la sociedad funciona si funcionan los individuos que la componen. Hay que mirar menos a los demás y mirar más en nuestro interior. Una vez dado este paso será relativamente fácil identificar modelos y objetivos de mejora personal.

Para los padres y profesores  antes he mencionado aspectos que deben adornar ese modelo y que resumo aquí:
  • La voluntad debe ser fuerte. Está asociada con la libertad, la iniciativa o la creatividad. Nos ayuda a plantearnos metas interesantes en la vida, objetivos.
  • El equilibrio en la vida. No centrar nuestros esfuerzos en un aspecto  y abandonar los demás.
  • La autoaceptación
  • Saber quitarle dramatismo a la realidad.
  • Tener siempre metas atractivas y exigentes en lo personal
  • Optimismo y buen humor
  • Ser amigo del diálogo y la negociación, versión ganar - ganar.
  • Adornar nuestro comportamiento con valores
  • Para mi, como creyente, la espiritualidad actúa como soporte y estímulo para todo lo anterior.
  • Cualquiera de vosotros puede añadir más cosas....


Los padres y profesores deben  mirar en su interior y buscar referencias para constituirse en un aceptable modelo de sus hijos y alumnos. Así todos daremos y recibiremos más y disfrutaremos de un aceptable modelo de convivencia.

José Antonio de la Hoz

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