Antes del
premio o castigo
Nadie duda de que los premios y
castigos son un instrumento que sirve para reforzar comportamientos adecuados y modificar los inadecuados. Lo que no parece estar claro es
que un uso inadecuado de este medio puede provocar efectos negativos en
el desarrollo del niño. Las herramientas habituales y ordinarias en el proceso
educativo deben ser:
1. El
ejemplo y la coherencia de los
padres, que se esfuerzan por vivir aquello que exigen.
2. El
sentido común, que lleva a
exigir adecuadamente a cada hijo en cada edad.
3. Los
razonamientos. Hay que dar motivos y
razones para exigir un determinado comportamiento. Somos animales racionales y
esta verdad nos debe llevar a trabajar el instinto y el intelecto de nuestros
hijos. Si trabajamos solo el instinto los estaremos domando o adiestrando, si
trabajamos también el intelecto los estaremos educando.
4. La
paciencia. Algunos cambios
exigen tiempo y graduación de metas
5. La
cantidad de aspectos en los que exigir.
No se puede exigir todo y en todo momento. Los dos cónyuges deben acordar tres ocuatro cosas importantes en las que focalizar la y exigencia al hijo.
6. La
modulación e intensidad. Lo que le
exijo a mi hijo debe ser asequible, alcanzable. Cada individuo
tiene capacidades y limitaciones propias. Estandarizar la exigencia, es decir,
exigir a todos lo mismo, no me parece adecuado. Las tutorías con profesores o
las consultas a profesionales nos pueden ayudar a concretar los umbrales de
exigencia para cada hijo, combinando la opinión externa con el conocimiento que
nosotros tenemos de Él.
7. En
el proceso educativo nuestro hijo siempre debe sentirse querido. No dejamos de ser padres ni de querer a los hijos
porque tengan fallos y no sean "perfectos".
Solo cuando los medios ordinarios
para educar fallan habrá que recurrir a los premios y/o castigos, de forma equilibrada y circunstancial.
Premios y castigos:
tipos y consejos de uso
El pedagogo José María Lahoz
realiza una interesante clasificación
de los premios y castigos, acompañada
de consejos de uso. Recojo a continuación un resumen de la misma:
1. Tipos de premios
o
Previstos: están
pactados y se entregan cuando se realiza la conducta prevista.
o
Imprevistos: se reciben
sin previo aviso por una conducta deseable. Causa efectos en quien lo recibe y
en quien observa.
o
Por entregas: pequeños
logros sirven para acumular puntos para un premio final.
o
Liberadores: permiten
liberarse de una tarea desagradable.
o
De base afectiva: consisten
en un reconocimiento afectivo de quien los otorga como abrazos, besos,
alabanzas,…trato preferente.
o
De base material: regalos
de cosas materiales o dinero.
o
Relacionados con la
autonomía: consisten en más libertad para
administrar tiempo, dinero, espacio…
2. Consejos para gestionar los premios:
o
Concretar bien
lo que se premia.
o
Cumplir lo
pactado
o
Proporcionalidad
entre premio y esfuerzo realizado.
o
Premios
a corto plazo para los más
pequeños
o
Lo
que se premia debe ser alcanzable, lo inalcanzable o muy difícil no motiva para el cambio.
o
El
premio ha de ser más extraordinario que frecuente.
o
Con justicia merecida: el premio pierde motivación cuando se da aunque no se consiga lo
pactado. El dador pierde credibilidad.
o
El premio más valioso es el social – reconocimiento, elogio...-, el premio tangible debe ser el
último recurso.
o
La
conducta que se está aprendiendo por primera vez debe ser reforzada con
frecuencia, hasta que se estabilice.
o
Si
premiamos la conducta inadecuada – por ejemplo comprándole un capricho
en el hipermercado por no oír una barraquera – creamos una personalidad débil e
incentivamos esa forma de conseguir las cosas.
3. Inconvenientes de los premios:
o El
uso habitual y prolongado crea adicción y tendencia a actuar solo por este
tipo de estímulos.
o
Ayuda
a cambiar la conducta pero no las actitudes y motivaciones
4.
Tipos de castigos:
o
Previstos: se define
una conducta inadecuada a la que se asocia un castigo concreto.
o
Imprevistos: aparece una
conducta inadecuada y se castiga. No hay aviso previo.
o
Con oportunidades: se ofrecen
dos oportunidades de rectificación antes de llevar a cabo el castigo
o
De base afectiva: indiferencia, silencio, reprimenda, aislamiento o
similares.
o
De base material: multas, retirar la
paga o algún bien material y otros similares
o
Relacionados con la autonomía: prohibir o limitar salidas, prohibir
relaciones con amigos, limitación del tiempo de uso de juguetes, etc.
5.
Consejos para gestionar
los castigos
o
Evitar
los castigos absurdos, incumplibles o desproporcionados
porque es muy probable que no se consiga el objetivo educativo perseguido. Es aconsejable no poner castigos
en caliente o alterados.
o Comentarlos previamente con el cónyuge para llegar a un acuerdo.
o Comentarlos previamente con el cónyuge para llegar a un acuerdo.
o
Buscar
castigos relacionados con la conducta
no deseada. Ejemplo; arreglar lo que se estropea, reducir la hora de llegada a
casa si se ha llegado tarde, etc.
o
Es
bueno explicar el castigo y que se
asuma como una forma de mejorar.
o
El
castigo ha de cumplirse lo antes
posible, de lo contrario pierde eficacia.
o
Se
puede rebajar el castigo si en el
momento de cumplirlo está cambiando la conducta. El castigo es un medio.
o
Castigar siempre que se cometa la
misma falta, no unas
veces sí y otras no, ya que causaríamos confusión y sentimiento de
arbitrariedad.
o
No vincular el castigo a tareas
escolares (deberes,
copiar,…), porque asociará algo desagradable a cumplir con su trabajo
ordinario.
o
Evitar los estímulos contradictorios: le regañamos, después lo
castigamos, más tarde nos arrepentimos y terminamos mimándolo.
o
No castigar la conducta adecuada. Ejemplo, le decimos que nos diga la
verdad sobre algo y cuando nos la dice
lo castigamos. La próxima vez nos mentira.
6.
Inconvenientes de los
castigos:
o
Debe ser el último recurso y no habituales,
porque actuarán bajo la amenaza pero sin asimilar los valores que pretendemos.
Tendrán dos patrones de conducta: uno cuando están junto a nosotros, por miedo,
y otro en la calle.
o
No
deben ir acompañados de juicios sobre la persona. Rechazamos conductas
pero no personas. Si podemos decir cómo nos sentimos ante el comportamiento
inadecuado
o
La
arbitrariedad, injusticia o falta de proporcionalidad
generan aversión, venganza y resentimiento
Premios y castigos:
otras ideas a tener en cuenta
· Es
bueno que nos acordemos y les recordemos a nuestros hijos, que las
consecuencias de nuestros comportamientos, actitudes, carácter…no se quedan en
la esfera individual. Las familias, las empresas, los grupos de amigos, la
comunidad de vecinos y la sociedad…funcionan gracias al esfuerzo habitual de sus
miembros.
· Es
bueno hablar, al menos de vez en cuando, de otras fuentes de felicidad
distintas de las materiales, como el trabajo bien hecho, el deber cumplido, la
mejora personal, los hábitos buenos, la autoestima y el autoconcepto…y predicar
con el ejemplo.
· Parte
del trato que recibimos de los demás es proporcional al sentimiento de gratitud
que sienten hacia nosotros, fundamentado en el tiempo que les hemos dedicado,
en los servicios prestados, en nuestra capacidad de perdón y comprensión, en
nuestro optimismo, en la cantidad de
bienes materiales que hemos compartido…, en definitiva, en realidades más
espirituales que materiales.
·
Es
de justicia que destaquemos lo que nuestro hijo hace bien, al menos con la
misma fuerza con la que castigamos o desaprobamos. De lo contrario estaremos estimulando
una baja autoestima en él.
No hay comentarios:
Publicar un comentario