
Cuando cursaba estudios de
postgrado en Recursos Humanos y se tocaba la motivación en las empresas, la
mayor parte de los autores venían a decir que el salario era un aspecto
motivador si iba ligado al reconocimiento por la labor realizada, haciendo
alusión a la retribución variable como forma de potenciar el trabajo bien hecho
y los resultados. Si todos – buenos, mediocres y malos- cobran igual, todos
tenderán al nivel mínimo de rendimiento, incluidos los buenos. Pues esa es la
situación del profesional de la educación que quiera hacerlo bien; no cuenta
con ningún incentivo.
Otros factores que ayudan a
realizar un trabajo de calidad son la autonomía
en el trabajo, la promoción profesional, el reconocimiento por el trabajo bien
hecho y la formación. Pues bien, desde hace años un docente en España ”es un
señor que disfruta de muchas vacaciones”, sin autoridad para ejercer su
profesión. Que pone en riesgo su puesto o su integridad si toma decisiones que
no complacen a los padres, aunque sean las más adecuadas para el desarrollo de
sus hijos. Que si quiere formarse a de hacerlo después de su horario de
trabajo. Que cuenta con un solo escalón
de promoción. Con una valoración profesional de su patrón imperturbable, siendo
indiferente el nivel de resultados alcanzados. También tiene asegurado que va a
cobrar lo mismo que el compañero “que deja caer el brazo”. A esto hay que añadir lo siguiente:
·
En las últimas visitas de inspectores “se nos ha
indicado que hay que elevar los resultados de los alumnos”, me decía un antiguo
profesor mío de Instituto.
·
Muchos padres tienen en el punto de mira al
profesor. Son los culpables de cualquier roce con su hijo. A ver quién es el
listo que se moja para intentar inculcar valores en los críos o corregir
determinados comportamientos, incubados en casa.
·
En un centro educativo hoy día “lo mejor es
pasar desapercibido”, …es lo que opinan la mayor parte de docentes.
·
Desde hace tiempo los políticos ven el sistema
educativo en términos de votos y de
influencia en la configuración de la futura sociedad.
El señor Zoido también manifiesta
lo siguiente: “Me temo que, en la
situación en que vivimos, casi todos los sistemas educativos están sufriendo
recortes….. Hay que tomar decisiones difíciles, y si tienes que elegir entre
una profesión docente de mayor calidad o
tener clases más reducidas, creo que es mejor apostar por una mayor calidad de los
docentes, aunque eso signifique que las clases tengan más alumnos”. En esta
línea le parece positivo el “Estatuto
del Docente que prepara el Ministerio de Educación”, puesto que puede
ayudar a aumentar el prestigio de los profesores y su reconocimiento como
autoridad.
Zoido aconsejó que “los
profesores tengan un papel central, no solamente en el diseño de la reforma
educativa, sino también en su aplicación”. Esto último es de cajón de
madera de pino,…el que está en el tajo, el que “ha pasado por la tiza, por la
pizarra” es el que sabe que problemas hay y como resolverlos. Hay demasiadas
reformas educativas diseñadas desde el despacho y así nos va.
Recomienda, como una de las
claves,” incentivar la carrera
profesional de los profesores, para que puedan involucrarse, seguir aprendiendo
y poder aspirar a más”. La profesión de docente es plana en cuanto a
promoción se refiere, ya que empiezas como profesor y acabas de lo mismo. Si
acaso, puedes aspirar a Jefe de Estudios o director,…pero tal y como está el
patio nadie quiere problemas, al menos en la pública.
Recordó que los sistemas educativos con mejores resultados en Pisa son los que
tienen “una concepción más global de la educación, no algo limitado a pasar una
prueba concreta y no solo centrada en aprender Matemáticas, Lectura y Ciencia”
También recomienda que las reválidas no
lleven a repetir curso o impidan seguir haciendo un determinado itinerario.
Otra idea que transmitió, aunque
se deduce de lo dicho hasta ahora, es que ”los
mejores sistemas educativos son los que
atraen a los mejores docentes y los incentivan cuando hacen mejorar los
rendimientos”. También “los que
tienen políticas educativas coherentes, ya que puedes tener un sistema
educativo en el que cada elemento es perfecto, pero luego no funciona todo
junto”
Resumiendo, una parte fundamental
del sistema educativo, del que salen los futuros profesionales y donde se
configura el modelo de sociedad, son los profesores. Ser profesor es una
vocación y no la única salida de determinadas carreras universitarias. El
docente debe visualizarse por la sociedad, por la administración, por los
padres y por los alumnos como una figura importante, respetable, prestigiosa,
reconocida, que complementa – no sustituye- a los padres. Desmoraliza mucho que
otros hablen sobre los problemas que encuentras en tu puesto, sin hablar
contigo, y más aún que den las soluciones….y que esto ocurra cada pocos años,
por una cuestión de poder y de modelo social.
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