Recojo del blog Biomedia una entrevista a un Catedrático de Farmacología ,experto en drogas, que con un lenguaje sencillo nos descubre aspectos interesantes sobre el tema. HE DESTACADO CON UN TAMAÑO DE LETRA MÁS GRANDE, aquellas preguntas que creo más interesantes para padres y educadores.
Entrevista a Rafael Maldonado, investigador del Departamento de Ciencias
Experimentales y de la Salud de la Universidad Pompeu Fabra, realizada por
Raimundo Roberts, y publicada en Biomedia
La Semana Mundial del
Cerebro, que se realizó simultáneamente en más de ciento cincuenta países entre
el 15 y el 21 de marzo del 2004, ocupó un especial interés entre los
científicos especializados en neurociencias de la ciudad de Barcelona. Durante
esta celebración se realizaron una gran cantidad de actividades, y uno de los
temas de mayor impacto entre quienes participaron fue saber cómo actúan las
drogas de abuso en el cerebro humano.

Estas preguntas son difíciles de contestar. No sólo por una posible (y
siempre salvable) complejidad de conceptos, sino también por la posibilidad de
caer en el adoctrinamiento, en posturas arrogantes, vamos, ¡sabemos lo
desagradable que puede ser el consejo no pedido! Y su nivel de desagrado puede
llegar a crecer de manera superlativa si no se tiene en cuenta la situación de
quien recibe el consejo. Además, la utilización de las campañas antidroga como
vehículo principal en la «lucha» contra la marihuana, la cocaína, etc. conlleva
la idea de una persuasión, donde no se utiliza información periodística, sino
más bien de tipo publicitario.
Aunque su interés es tan positivo e importante como la disminución del
consumo de drogas, el objetivo principal de las campañas es el convencimiento,
no la comprensión.
Por ello, con la ayuda de Rafael Maldonado, hemos intentado llevar a cabo
un ejercicio de información, simulando una entrevista en la que el periodista
actúa de consumidor de drogas y el experto, de sí mismo. La información es la
misma que en una entrevista formal, aunque desde una perspectiva ligeramente
distinta. Advertimos que pueden faltar aristas o aspectos, pero creemos que un
intento por entregar información de interés social sobre el funcionamiento de
las drogas a través de la información periodística y no de la información de
campañas de propaganda, puede llevar a imaginar mejores acercamientos entre el
que debiera ser el público objetivo y quienes han investigado sobre estos
temas.
Doctor, la marihuana, el hachís, las anfetaminas, el éxtasis... da lo mismo
el orden en que se las nombre, todas «colocan». ¿Actúan del mismo modo?
Cada droga de abuso va a actuar sobre un mecanismo específico sobre el
cerebro. La cuestión es que, al final, todas ellas van a terminar en un mismo efecto
común, que es el incremento de la actividad de determinados neurotransmisores
en los circuitos cerebrales que son responsables de las sensaciones
placenteras, lo que denominamos los circuitos de refuerzo. Pero la compuerta de
entrada, el mecanismo por el que cada una de las drogas de abuso va a llegar a
este punto final... es muy diferente en cada una de ellas.
Vale, pero no me hable mucho en «científico» y dígame qué tengo que
entender cuando dice «neurotransmisor»
A ver, nuestro cerebro está formado por una gran cantidad, por millones de
neuronas. Estas neuronas se tienen que comunicar unas con otras, para que
funcione nuestro cerebro. Las neuronas se comunican liberando una sustancia
química que se va a fijar en la siguiente neurona. Esta sustancia es lo que se
denomina un neurotransmisor.
¿Y sobre estos neurotransmisores actúa la droga?
Hay algunas drogas que actúan sobre neurotransmisores, aumentando o
disminuyendo su liberación y hay otras drogas que actúan directamente sobre los
receptores que están preparados para ser activados por dichos
neurotransmisores. Estos receptores son proteínas específicas de las neuronas
sobre las que se van a fijar estas sustancias químicas y las van a activar.
Ya, en «científico», otra vez. Vuelva a lo de cómo funcionan, eso de las
puertas de entrada al cerebro...
Bueno, enumerarlos sería imposible, pero te cuento cómo funciona en el caso
de las drogas más importantes. Las compuertas de entrada o el primer lugar
donde actúan las drogas, en el caso de los opiáceos, es un sistema opioide
específico. Es decir, unos receptores que ligarán de una manera específica a la
droga opiácea, de la misma forma que lo hacen con otras moléculas que tenemos
dentro de nuestro cerebro.

En el caso de los cannabinoides es exactamente igual, tenemos un sistema
opioide y un sistema cannabinoide endógeno, que existen porque en nuestro
cerebro tenemos unas moléculas que hacen exactamente lo mismo que hacen los
opioides y los cannabinoides. Son moléculas endógenas.
Los psicoestimulantes como las anfetaminas o la cocaína actúan directamente
sobre el sistema dopaminérgico. El éxtasis actúa tanto sobre el sistema
dopaminérgico como sobre el sistema serotonérgico. La nicotina actua sobre unos
receptores específicos para la acetilcolina, un neurotransmisor endógeno, y
estos receptores se llaman precisamente receptores nicotínicos.
El alcohol, en cambio, es el único que no tiene unos receptores específicos
y actúa mediante un mecanismo menos selectivo: la disolución del alcohol en las
membranas de las neuronas. Estas membranas, o sea, las capas que recubren la
neurona, están constituidas por lípidos, es decir, por grasas, y el alcohol se
incorpora a estas grasas y altera la función de las proteínas que están
insertadas en ellas. Pero también tiene una cierta selectividad, porque, a fin
de cuentas, van a ser una determinada población de neuronas, las neuronas
gabaérgicas, las que serán más sensibles al efecto del alcohol. Incluso se han
descrito sitios de fijación para el alcohol.
Vale, suponga que lo entendí todo. Pero si me fumo un porro, me estoy
haciendo menos daño que si tomo alcohol, porque el alcohol me mata las
neuronas...
Lo primero que hay que decir es que TODAS LAS DROGAS SON PELIGROSAS, sean
legales o ilegales, todas las drogas son peligrosas. Ninguna es inocua. ¿Y qué
drogas matan neuronas? Lo que denominamos efecto neurotóxico, es decir,
toxicidad directa sobre las neuronas, se produce en un grupo de drogas que está
muy bien descrito, son las drogas de síntesis como el éxtasis. Esto está claramente
determinado.
¿Y cuál es el efecto sobre la muerte neuronal de otras drogas? Pues es un
efecto muy relativo; la mayor parte de las drogas no tienen un efecto
neurotóxico relevante. Pero esto no quiere decir que las drogas no sean
peligrosas, y pongo el ejemplo típico de la heroína: la heroína no es
neurotóxica, no mata neuronas, pero no nos cabe duda de la extrema peligrosidad
de la heroína. Por lo tanto, no podemos equiparar la muerte neuronal con la
peligrosidad de una droga.
Hay drogas que sí matan neuronas y otras que no. ¿Porqué dice que todas
hacen daño?
Bueno, la mayor parte de las drogas, aunque no todas, son tóxicas, producen
un daño físico. Es decir, una persona que se inyecte una dosis de heroína
superior a la habitual puede, simplemente, morirse por depresión respiratoria:
la persona deja de respirar. Una persona que «esnife» una cantidad de cocaína o
de anfetaminas superior a la normal puede, también, morir por un fallo
cardiovascular: hipertensión y aumento de frecuencia cardiaca, con el posible
accidente cardiovascular posterior.
En el caso del éxtasis: ¡lo mismo! Una dosis elevada de éxtasis produce la
muerte debido a una hipertermia, un edema, o un fallo cardiovascular.
¿Y en el caso de la marihuana?
En este caso no; no se va a producir muerte por intoxicación. De hecho, se
han dado casos de traficantes que, para pasar la frontera, ingieren bolsas de
látex para esconder la marihuana; en algunos casos, los preservativos se han
roto en su estómago y los individuos han tenido cuadros de sedación
importantes, pero no se ha producido ninguna muerte debido a una sobredosis de
cannabinoides.
Es que hoy se fuman porros como nunca...
Sí, actualmente la experimentación, es decir, las
personas que han consumido al menos una vez la droga, en determinadas franjas
de edad en la población joven puede incluso superar a la experimentación con
tabaco, lo cual es un dato realmente alarmante.
Pero es que «fumar (tabaco) mata». Lo dice en la caja. Pero la marihuana
incluso la recetan...
Lo que uno debe tener clarísimo es que el efecto terapéutico no tiene
absolutamente nada que ver con el abuso de una sustancia. Y te doy otro
ejemplo: los opiáceos. ¿A alguien le cabe duda de que los opiáceos son útiles
para tratar el dolor en los enfermos de cáncer? A nadie. ¿A alguien le cabe
duda de que inyectarse heroína es perjudicial? Tampoco creo que haya dudas
sobre eso. Por ello, no mezclemos los efectos terapéuticos de una sustancia con
la peligrosidad o ausencia de peligrosidad por su consumo.
¿Y el éxtasis? ¿Por qué dicen que el éxtasis nació como una droga de los
sicólogos que no gustó a los gobiernos y que por eso la prohibieron?
A ver, no se puede hacer en este caso la misma comparación anterior. La
marihuana y todos los cannabinoides o los opiáceos, naturalmente que tienen
efectos terapéuticos. El éxtasis no tiene ningún efecto terapéutico conocido.
El éxtasis se patentó a inicios de la primera guerra mundial como una droga
destinada a aumentar la vigilancia y la atención, y disminuir la ingesta
alimentaria de los soldados. Posteriormente, se intentó usar en sicoterapias de
grupo pero, evidentemente, hoy se conoce que el éxtasis no tiene ninguna
indicación terapéutica, porque no tiene ningún beneficio que no se pueda
obtener con otras sustancias. Lo que sí tiene es un demostrado efecto
neurotóxico, mata las neuronas serotonérgicas.
Ya. Le creo. Pero yo vi
en la tele que no era verdad que el éxtasis matara neuronas. Un científico
famoso había trucado sus estudios y el experimento que mostraba que el éxtasis
mataba neuronas no era cierto.
(Ver más información sobre los estudios de Ricaurte en Biomedia*).
(Ver más información sobre los estudios de Ricaurte en Biomedia*).
El grupo de estudios realizados por el doctor Ricaurte, que resultaron ser
fraudulentos con resultados erróneos, estaba dirigido a evaluar los efectos del
éxtasis sobre una población determinada de neuronas, que se llaman neuronas
dopaminérgicas. Hoy se sabe que fue un estudio erróneo. Pero esto no tiene nada
que ver con la aceptación, por parte de todos los científicos, de que el
éxtasis sí que mata a otro tipo específico de neuronas, las neuronas
serotonérgicas.
Y, ¿porqué sabe hoy que el éxtasis mata neuronas?
Porque se ha realizado una gran cantidad de estudios, primero en roedores y
después en primates, en los cuales se mide la densidad de neuronas y la
densidad de los sitios de unión de la serotonina (uno de los principales
neurotransmisores sobre los que actúa el éxtasis) después de administrar
éxtasis. Los resultados indican que estas densidades disminuyen. En humanos
también se conoce este efecto: a través de estudios de neuroimagen, que
permiten saber el estado funcional de un determinado sistema de
neurotransmisión cerebral, mediante imágenes funcionales en un sujeto que está
vivo. A través de estos estudios, hoy se sabe que el éxtasis lesiona neuronas
serotonérgicas en el hombre.
Son grupos de estudios realizados por una gran cantidad de investigadores
en diferentes países, una comunidad científica tremendamente diversa, y todos
ellos coinciden –utilizando técnicas distintas, diferentes especies animales e
incluso estudiando humanos– en que existe esta lesión serotonérgica. Y de eso
no cabe duda. Otra cosa es que haya habido un grupo de estudios, de un autor,
que resultaron ser fraudulentos, sobre un tema diferente al que estamos
hablando: Ricaurte estudiaba la dopamina y estoy hablando de la serotonina.
No me va a decir ahora que están todos los científicos de acuerdo... Me ha
dicho que algunas drogas matan neuronas y otras no, que no todas son iguales,
aunque todas producen daños. Pero entonces, en las campañas no dicen la verdad
cuando afirman que «la droga mata». Los chavales consumen y no les pasa nada. Y
entonces ¿quién cree a las campañas? ¿Porqué no son más claras?
Creo que se deberían hacer campañas de
información objetivas. No podemos utilizar en una campaña de información sólo
aquello que nos conviene, porque naturalmente el que consume una droga es una
persona que, en muchos casos, conoce cosas sobre la droga por otras vías de
información. Y si nosotros le damos información sesgada, considerará que lo que
estamos diciendo es, simplemente, mentira. Entonces, una información fidedigna,
con un apoyo científico y viendo todas las facetas de cada una de las drogas,
sí que sería una información eficaz para evitar el consumo. Porque no
necesitamos sesgar la información para darnos cuenta de que las drogas son
tremendamente perjudiciales.
¿Y porqué no todos los colegas quedan enganchados?
Porque la adicción es una enfermedad, el adicto es un enfermo, y en esta
enfermedad hay tres factores que juegan
roles importantes. Uno, evidentemente, la droga. Dos, la personalidad
del individuo, es decir, la vulnerabilidad individual. Y finalmente, el ambiente
social. Y te pongo un ejemplo sobre vulnerabilidad individual: hay casos de
hermanos que consumen una droga, uno de ellos queda enganchado y el otro no.
Diferente personalidad, diferente predisposición para padecer un fenómeno
adictivo. En el caso del ambiente social, un ejemplo claro es el de la guerra
de Vietnam, donde un gran número de combatientes norteamericanos fue
heroinómano mientras duró la guerra. Volvieron a Estados Unidos, cambió la
situación social, y muchísimos de ellos dejaron la heroína: esta sólo se
consumía en el momento en que un ambiente social determinado predisponía al
consumo.
Son tres factores indisociables, y los tres tienen un peso importante en el
desarrollo de la adicción.
Pero entonces, los que se enganchan tienen problemas en su casa o tienen
problemas genéticos...
Hoy en día sabemos que existen polimorfismos de
genes, es decir, unos genes que tienen unas características especiales y
peculiares en determinados individuos, que los hacen más propensos a
«engancharse» a una droga.
Entonces, ¿por qué no me hacen un test para saber si me voy a enganchar?
Es que hoy no podemos hacer un «screening» de la
población para detectar las personas que pueden engancharse con más facilidad.
Esto hoy no es viable, pero podría serlo dentro de unos años.
Y si un chaval se queda enganchado, ¿qué posibilidades tiene de dejarlo?
Desgraciadamente, la adicción es una enfermedad crónica, y recidivante, es
decir, con altas posibilidades de recaer. Por ello, lo mejor es evitar que la
persona se haga adicta. Porque en el momento en que alguien se hace adicto, no
es que no se pueda curar, pero las enfermedades de este tipo tienen un
pronóstico que, en bastantes casos, no es bueno.
¿Cómo los alcohólicos?
El alcohólico «es» un drogadicto, ¡no confundamos! Los enfermos por
adicciones no son diferentes porque utilicen drogas legales o ilegales. Son
enfermos exactamente igual.
Conozco gente que aunque no estaban «enganchados», perdieron el contacto
con la familia y los amigos; ¿esto también lo produce la droga? ¿es algo
químico?
La droga produce una desadaptación completa; no es sólo el efecto físico
indeseable que produce la droga mientras se consume. Y creo que más que pensar
en el daño físico agudo, lo que debemos tener en cuenta son las consecuencias
globales que va a tener el consumo. Independientemente
de las manifestaciones físicas, la droga producirá cambios en el propio cerebro
que van a modificar completamente la conducta de quien la consume. Este
cambio de conducta lo que hace, básicamente, es que el centro de nuestra vida
pase a ser la droga. Esto es lo que definimos, dentro de la conducta adictiva,
como una utilización compulsiva de la droga, una pérdida de control sobre su
consumo. Es decir, el centro de la vida va a ser la droga, lo que, a la
vez, producirá una desadaptación social, familiar, problemas en el ámbito
profesional... Todo esto es un perjuicio adicional al consumo de la droga de
una tremenda severidad y que no debemos olvidar.
¿Y se puede volver a la normalidad después de eso?
El sujeto tiene mucho perdido, y como dije, la adicción es una enfermedad
crónica y con un alto riesgo de recaer, por lo que siempre debemos ser
precavidos y poner todos los medios necesarios para evitar que la persona
vuelva a consumir la droga.
Para terminar, hábleme claro. ¿Cuáles serían los efectos negativos y
positivos de las drogas, de la marihuana, por ejemplo?
Las drogas, cuando se utilizan como droga, no tienen ningún efecto
positivo, así que disociemos claramente la utilización terapéutica de una
sustancia con su uso como droga. Del cannabis resaltaría, como efectos
negativos, que tenemos que acordarnos de que el sistema cannabinoide endógeno
juega un papel muy importante en el control de la memoria. Este sistema se
encarga de que nos olvidemos de aquellos estímulos que nos han resultado
negativos. Si recordáramos todo aquello que nos ha resultado doloroso o
negativo, nuestras vivencias serían muchísimo peores; por ello, este sistema nos
produce una cierta «amnesia» a todos aquellos estímulos que son negativos.
Pero eso es bueno, según
cuando...
Si, esto a nivel fisiológico funciona muy bien, pero imaginemos una persona
que está fumando marihuana, que es una sustancia que produce una gran
alteración de la memoria a corto plazo.
Un estudiante de universidad o instituto que se fuma un cigarro de marihuana
y que asiste a una clase... el efecto amnésico que le producirá es
considerable. El rendimiento
universitario o escolar se verá, sin duda, dificultado por el consumo de
cannabinoides.
Otro punto a destacar es que los efectos de las drogas son diferentes en
personas jóvenes y en sujetos adultos. De hecho, hace poco apareció un artículo
que demostraba que cuando los jóvenes de menos de 16 años empiezan a consumir
cannabinoides, se producen alteraciones persistentes en la edad adulta,
concretamente problemas de atención, que no ocurren cuando el consumo se
realiza a una edad más avanzada.
Por lo tanto, los efectos del consumo de cannabinoides en un sujeto que no
está completamente desarrollado son diferentes que en los adultos, y esto es
algo que los jóvenes deberían tener en consideración.
Es muy interesante, pero no acaba de aclararme muchas cosas...
ResponderEliminarEs un tema amplio y complejo. Comprendo tu comentario
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