martes, 18 de diciembre de 2012

¿Hablar con el tutor de mi hijo? No tengo tiempo


¿Cuántas veces te has entrevistado con el tutor de tu hijo? ¿Crees que es suficiente? A veces no tenemos muy claro cómo y cuándo debemos dirigirnos al centro educativo donde estudian nuestros hijos, pero es importante que cada cierto tiempo nos reunamos con el docente responsable del niño para intercambiar información y definir objetivos.
En más de una ocasión he escuchado excusas como éstas de los padres de mis alumnos:-"No hemos venido antes para no molestar. Como parecía que no había  problemas, no queríamos hacerles perder tiempo. Ya sabemos que tienen mucho trabajo…"
Y, si he de ser franco, yo también he tenido la tentación de excusarme de la misma manera ante del tutor de mis hijos. Por alguna extraña razón, nos resulta difícil encontrar el momento oportuno para concertar la cita, tememos hacernos pesados. Lo cierto es que el contacto periódico con el centro educativo es algo fundamental para que tu hijo aproveche al máximo las oportunidades educativas que se le ofrecen.
No me extenderé sobre la utilidad de estas visitas. Sólo apuntaré algunos hechos: la educación de nuestros hijos es un trabajo conjunto que realizamos junto con sus profesores, por tanto es absurdo llevarlo a cabo sin la comunicación y coordinación necesarias; conocer el centro y hablar con los profesores nos permite disponer de más datos para valorarlo; además, es un medio de formación a nuestro alcance y, por si fuera poco, cada vez que hablamos con el tutor se produce una especie de motivación mutua que hace que, tanto nosotros como nuestros hijos y el mismo profesor, dediquemos más atención e interés a la tarea que nos ocupa. Así pues, si estamos de acuerdo sobre su utilidad, pasemos a considerar las condiciones que nos permitirán aprovechar al máximo las entrevistas con el tutor de nuestro hijo.
Periodicidad conveniente de nuestras entrevistas con el tutor
Es recomendable entrevistarse una vez por trimestre, preferiblemente unos días después de recibir las notas. A principio de curso, lo razonable sería acudir a mitad del trimestre.
No obstante, si algún acontecimiento nos hiciera sospechar que nuestro hijo o hija puede tener un problema, valdría la pena contactar por teléfono con el tutor y valorar con él si es conveniente vernos. De todas maneras, no abuses de este recurso. No hace falta entrevistarse con el tutor si puedes resolver el problema por teléfono. Tampoco hace falta que llames por teléfono si puedes resolver el problema con una nota, y no es necesario que escribas una nota si tu hijo puede resolver la cuestión por sí mismo.
Preparación de la entrevista
Vale la pena concertar la entrevista con tiempo para que el tutor tenga ocasión de prepararla convenientemente.
Además de los datos que ya tenemos, es útil, durante los días previos a la entrevista, observar en nuestro hijo detalles como el tiempo semanal que dedica a hacer sus deberes y a estudiar, la calidad de los trabajos escritos que realiza en casa, las dificultades que encuentra, el cumplimiento de sus tareas domésticas, qué hace en su tiempo libre y su estado de ánimo.
El día anterior a la fecha fijada es prudente que los padres dediquéis algún tiempo a preparar la entrevista de manera conjunta y que toméis nota de los temas que queréis abordar, de las informaciones que queréis transmitir y de las preguntas que os interese hacer.
Os puede servir de ayuda consultar y repasar la relación de posibles temas que incluyo a continuación. Es una manera de evitar que queden en el olvido algunos temas interesantes.
¿Qué temas conviene tratar?
1. Es conveniente informar al tutor sobre:
  • El tiempo semanal que nuestro hijo dedica a estudiar o a tareas escolares.
  • La calidad del trabajo observado.
  • El grado de responsabilidad en su estudio y en los encargos domésticos.
  • Las aspiraciones profesionales si ya está en los últimos cursos de secundaria.
  • La calidad del trato con vosotros y con los hermanos.
  • Los amigos con los que se relaciona y el tipo de relación.
  • A qué dedica el tiempo libre.
  • Estímulos educativos o pautas usadas en casa como medio de motivación o de formación.

2. Pedir información, en el caso de que el tutor no nos la ofrezca, sobre:
  • La actitud y comportamiento en clase.
  • Las expectativas que tiene respecto a nuestro hijo.
  • La relación que mantiene con los profesores.
  • Las relaciones que mantiene con los compañeros.
  • El grado de cumplimiento de sus deberes.
  • Las faltas de asistencia a clase.
  • Cualquier duda sobre el funcionamiento del centro o de las actividades extraescolares.

3. Solicitar la opinión del tutor sobre:
  • Nuestras estrategias educativas y las dificultades que encontramos.
  • Cómo colaborar para mejorar alguno de los aspectos en que nuestro hijo presente dificultades.
4. Expresar nuestra opinión sobre aspectos que consideremos mejorables en la organización del centro o de actividades docentes.
¿Cómo actuar durante la entrevista?
  • Es fundamental asistir a la entrevista, tanto si es un encuentro rutinario como si es una petición del centro, con el convencimiento de que asistimos a una reunión con un colaborador. Sólo si la entrevista tiene lugar en un ambiente de confianza podrá dar los frutos deseados.
  • Para contribuir al buen ambiente, es interesante comenzar hablando de los temas más satisfactorios para ambos y abordar más tarde los asuntos más desagradables o peliagudos.
  • En cualquier caso hay que intentar que la entrevista discurra en un tono amable y respetuoso, aun cuando las informaciones que recibamos no sean tan halagüeñas como desearíamos.
  • Es aconsejable llevar escritos los temas que queremos tratar y no dar oportunidades al olvido.
  • Lo más importante es acabar la entrevista con algunos propósitos concretos y, si es posible, llevárselos anotados. Una vez en casa hemos de conseguir mantener vivos los propósitos y valorar su eficacia en la siguiente reunión.
Por mi experiencia como profesor, puedo afirmar que el simple hecho de que los padres mantengan una entrevista con el tutor suele ser un buen estímulo para los hijos. Ésta es una de las acciones educativas más fáciles y eficaces de todas las que están a nuestro alcance.
José María Lahoz García
Pedagogo (orientador escolar y profesional), profesor de Educación Primaria
Y de Psicología y Pedagogía en Secundaria
Este artículo está sacado de la web https://www.solohijos.com

 

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