Hay personas que son
dependientes, que es lo mismo que decir que necesitan de la aprobación de la
familia, de los compañeros de trabajo, de los amigos….Esperan que otros tomen las decisiones por él Su objetivo es ser
aceptados por los integrantes de los grupos de los que forman parte y esto
termina condicionando su forma de actuar y, lo que es más grave, su libertad. Hacen las cosas por y para agradar al resto….y algunos del “resto”
aprovechan esta debilidad para su propio beneficio. El dependiente termina
agotado de las relaciones sociales y aislado.
Pocas veces disfruta, porque
termina haciendo lo que los demás quieren. No tiene fuerza para defender su
propia opción, cuando de elegir algo se
trata, o de intercambiar opiniones, porque es esclavo del juicio ajeno. No defiende lo que piensa, en los grupos de los que forma parte opta por planes ajenos, no elige lo que desea…, está en manos de los demás. No se siente a
gusto consigo mismo porque es consciente de que está demasiado condicionado.
Todos nos sentimos condicionados
a la hora de tomar decisiones, pero el dependiente supera a la media y esto
afecta a su autoestima, a su desarrollo personal y a su felicidad.
La personalidad dependiente tiene múltiples manifestaciones. Aquí van algunas:
- Ser muy sensible a la crítica y a la desaprobación. Tener dificultades para expresar desacuerdo por temor a perder apoyo
- Sentir la necesidad de estar acompañado, cuidado o protegido en todo momento. Sumarse a planes ajenos porque son muy escasos los propios o, simplemente, no existen. Se siente desamparado cuando está solo, por sus temores exagerados.
- Poca iniciativa y creatividad.
- Ausencia de motor propio a la hora de tomar decisiones. Se necesitan estímulos externos (que alguien o algo lo motive)
- Pocas metas y objetivos, por falta de seguridad en la propia capacidad para alcanzarlos…
- Por todo lo anterior, BAJA AUTOESTIMA
Ser dependiente es ESTAR ATADO
CON CADENAS o, lo que es lo mismo, SER
ESCLAVO y añadir un plus de sufrimiento innecesario a nuestras vidas, porque indirectamente la
controlan los demás y las circunstancias, y tenemos limitada una de las cualidades que
nos definen como seres humanos, LA LIBERTAD.
¿Qué pueden hacer los padres para
evitar que sus hijos desarrollen una personalidad dependiente?:
- Evitar la excesiva dependencia respecto de la opinión de los demás (vecinos, hermanos, familiares…) Hay padres para los que ese es el principal argumento al actuar de una determinada forma y así lo transmiten a los hijos. Quizás hay que cambiar el argumentario y centrarlo en la bondad, necesidad o moralidad… de los propios actos.
- Hay que enseñar a los hijos a convivir con los demás, pero no a ser esclavos. Por eso es importante entrenarse y entrenar a los hijos en habilidades sociales como:
- La negociación: especialmente la estrategia Ganar – Ganar
- La asertividad: saber manifestar y perseguir lo que uno quiere de forma adecuada
- El control de la emotividad (muy relacionada con la asertividad): hablar sin levantar la voz, respetando a los demás, controlando la ira, etc.
- La comunicación: enseñar a debatir y argumentar. Hay que crear el clima adecuado en casa, propiciando la comunicación y la escucha activa con los hijos.
- Cimentar bien la autoestima de los hijos:
- Poniendo metas difíciles pero asequibles y vigilando su cumplimiento
- Evitando comparaciones y juicios personales (no sirves, no vales, aprende de tu hermano, ojalá fueses como tu primo,….lo anterior se puede sustituir por: puedes hacerlo, tienes capacidad, te quiero con tus defectos pero tienes que: “esforzarte”, “poner más interés”, etc.)
- Dejando que tenga iniciativa, ayudando a que se levante cuando se equivoque (resiliencia), estimulando la toma de decisiones, relativizando el error, etc.
- Ayudándole a tener una voluntad fuerte: horario de estudio, puntualidad al levantarse, comer de todo, encargos en casa, orden en la habitación, terminar todo lo que se empieza, etc.
- Aseo y cuidado personal (lavarse, peinarse, limpieza de dientes, cuidado de ropa y calzado, etc.) El cuidado y mejora del aspecto exterior es una forma rápida de mejorar el propio autoconcepto.
Añado algunas ideas, que ya recogí en la reciente entrada a este blog con el título "Convivir con un adolescente", que también nos dan pistas sobre el aumento de personas dependientes:
1. “…Los
padres también contribuyen a demorar este proceso que va de la adolescencia a
la madurez ya que les hemos infantilizado; les damos todo hecho a
los hijos, los metemos en una burbuja, y eso favorece el retraso de su
autonomía”
2. “..Es
como si ambos quisieran perdurar un poco más como padres de esos hijos
tan deseados y ellos como hijos dependientes de esos padres” Manuela del
Palacio (psicóloga , presidenta de la sección de educación del Colegio de
Psicólogos de Galicia)
3. “…muchos
nuevos jóvenes encuentran cada vez más difícil definir su identidad al tener padres
con rasgos adolescentes. …Son padres que tienen miedo a poner límites y que
se sienten culpables si lo hacen y a veces se olvidan de que alguien tiene
que ser el adulto”.
4. “…el
principio del hedonismo está tan en boga en la sociedad actual que
muchísimos adultos tienen rasgos de adolescentes”
José Antonio de la Hoz
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