De vez en
cuando me encuentro en Twitter un post de Óscar González, en su blog http://www.elblogdeoscargonzalez.com.
Hoy he visto el testimonio de Carmen, una profesora, supongo que de infantil o
primaria, en el que se ve reflejada la auténtica vocación docente, además del
espíritu de iniciativa, el optimismo propio del que está contento con lo que
hace, el que ve en cada mañana una nueva oportunidad, y pienso……¡Uhmmmm, ojalá
aprenda un poco de Carmen. Ojalá haya muchas Cármenes, que nos peguen esa
alegría de vivir y ese apetito por el trabajo como servicio a los demás.
"Esta mañana al salir camino al trabajo, cargada
de materiales para trabajar con mis nenes, me crucé con un hombre con corbata,
con chaqueta gris y con la cara a juego. Serio, con prisas y maletín, abriendo
un coche que debe valer el triple que el mío. Y yo con mis bolsas de
plástico llenas de cartulinas, brillo y color... feliz de la vida pensando en
el día de hoy en mi cole.
Es en esos momentos cuando me doy cuenta de lo feliz
que me hace mi trabajo. No hay nada mejor que levantarse con ganas de volver a
trabajar. Ganas de aprender y hacer cosas nuevas. Que mi "oficina"
huela a galletas, plastilina, libros, témpera y lápices de cera. Que mis
"clientes" me regalen su "abrazo de los viernes" y me
carguen de adrenalina. Que los mayores problemas se resuelvan "sentándose
a pensar", que las mejores alegrías las consigan sonrisas y ganas de
aprender. Que mi uniforme sea una ropa cualquiera dispuesta a ser manchada o un
babi de colores. Que hasta en los días malos te digan que estás guapa. Que
llegue a casa con purpurina en la cara en lugar de arrugas en la frente.
Sí... Soy muy
afortunada!!
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